CONVICCIONES O IMPACTO EN EL OTRO ¿QUE PRIORIZAS?
La mente en el rendimiento de los negocios se apoya sobre dos pilares. Depende de cuál de los dos priorices, ahí vas a encontrar tu techo. Los dos pilares son: el querer hacer las cosas bien, bajo tus principios, tus reglas, tus convencimientos, tu evaluación. Es un modelo que tiene cierto nivel de exigencia, o mejor dicho, de autoexigencia, porque se juega todo adentro de la mente de uno. Es un proceso básicamente solitario, que tiene la ventaja de dar mucho control, porque todo sucede dentro de la cabeza de cada uno.
Cuando somos los que medimos, cuando nuestro propio criterio es la referencia, eso nos ayuda a sentirnos tranquilos por tener todo controlado.
El otro pilar tiene que ver con la capacidad de impactar en el otro, es decir, de mover una voluntad, de hacer que alguien cambie lo que piensa, lo que quiere o lo que cree. Impactar significa generar un cambio en el otro: en sus paradigmas, en sus gustos, en sus expectativas, en sus perspectivas y en sus creencias. Es un modelo muy complejo que necesita mucha capacidad empática y estratégica, y se juega en el mundo real, en el contacto con el otro. Ahí es donde realmente se pone en juego el concepto de alteridad, que, por lo general, no es muy considerado en el mundo de los negocios, lamentablemente.
Entonces, el hombre de negocios, el alto ejecutivo, prioriza mucho más la capacidad de impactar en los demás que su convencimiento solitario de que está haciendo las cosas bien. Muchos altos ejecutivos se frustran, se quejan, se decepcionan porque sienten que no son entendidos, valorados ni reconocidos por todas las cosas bien que hacen. “¿Cómo puede ser que haciendo todo bien no se den cuenta y no me lo reconozcan?”, dicen. Lo que no alcanzan a ver es que tienen el foco solo en sus propios pensamientos y convicciones, y no ven que el mundo de los negocios es un juego de impacto, de impacto en el otro. Y ahí es donde tenés que tener el foco. Si no impactás en el otro, está bien que te frustres, porque vas a tener una buena razón y una buena pregunta para ponerte a trabajar en tu propia evolución y crecimiento.
GANAR NECESITAN LOS PERDEDORES
Ganar necesitan los perdedores, porque los ganadores ya ganaron. Ya tienen el éxito incorporado, por lo que simplemente juegan, sin la desesperación de conseguir algo que ya es parte de ellos. Un verdadero ganador no necesita ganar para sentirse ganador, porque nadie puede sacarle esa seguridad de su cabeza, ni siquiera si pierde un juego. En cambio, el que se siente perdedor necesita ganar desesperadamente. A veces, esa ansiedad se disfraza de espíritu competitivo, y es cierto que la adrenalina de la competencia es importante. Pero cuando la desesperación por ganar o el pánico a perder se vuelven extremos, terminan confirmando su propia inseguridad y sacando su peor versión en los momentos de mayor tensión. El ganador juega con confianza, sin la presión de demostrar nada. No se trata solo de ganar o perder, sino de la actitud con la que se enfrenta cada desafío.
APRENDER A JUGAR: LA CLAVE PARA CRECER
Jugar es mucho más que divertirse; es una actitud ante la vida. Es la capacidad de entregarse con pasión a cada desafío, sin importar el rol que ocupemos. No se trata de un lugar físico ni de esperar condiciones ideales, sino de adoptar una mentalidad flexible y creativa. Jugar implica arriesgarse, ceder en un lado para avanzar en otro, leer cada situación con inteligencia y estar abiertos a la sorpresa. Si nos aferramos demasiado a reglas y formalismos, perdemos la esencia del juego y lo convertimos en una carga. En cambio, si entendemos que jugar es comprometerse de verdad, vamos a sentir que estamos donde queremos, haciendo lo que nos gusta. Aprender a jugar es descubrir cómo transformar cada momento en una oportunidad para crecer, innovar y generar valor, sin miedo a equivocarnos. Esa es la clave para vivir con pasión y sentido.
PASIÓN Y MOTIVACIÓN EN ACCIÓN – PASION
La pasión está relacionada con el desafío y la motivación intrínseca que nos impulsa a superar nuestros propios límites. Es la adrenalina que se experimenta al expandir nuestras capacidades y al enfrentarnos a lo desconocido. Esta emoción se convierte en una fuerza impulsora que nos lleva a buscar el éxito, a veces sin saber qué tan lejos podemos llegar. La pasión está conectada con el deseo de lograr más y alcanzar metas, a menudo más allá de nuestras expectativas iniciales.
DISFRUTAR EL JUEGO EN EL TRABAJO – DISFRUTE
Disfrutar es una condición esencial para el rendimiento. El disfrute genera una actitud positiva, mientras que la tensión y la preocupación no son necesarias para asumir responsabilidades de manera efectiva. Estar relajado y confiado es clave para rendir al máximo nivel. La seriedad en el trabajo no implica rigidez ni ansiedad, sino control y calma. Al disfrutar del proceso, no solo se incrementa el rendimiento, sino que se crea un entorno laboral más productivo y agradable.
NECESIDAD DE CONTROL: FUENTE DE MIEDOS – EMOCIONES
La innecesaria necesidad de control alimenta el miedo y limita nuestra capacidad de acción. Este deseo de mantener todo bajo control genera estrés, incertidumbre y nos aleja de las oportunidades reales. Aceptar que no todo puede ser controlado es liberador, ya que nos permite enfocarnos en lo que realmente importa: detectar y aprovechar escenarios favorables. Al soltar esta necesidad, ganamos claridad para identificar riesgos reales y actuar con confianza y eficacia en los negocios.
DESCUBRIR LO OCULTO: OPORTUNIDADES OCIOSAS – INNOVACIÓN
Resolver los miedos nos lleva a descubrir grandes oportunidades ociosas que estaban ahí, invisibles por nuestras limitaciones mentales. Estas oportunidades surgen al cambiar la perspectiva y cuestionar las barreras que asumimos como reales. Muchas veces, la verdadera riqueza está en lo que no exploramos por temor. Identificar y aprovechar estas posibilidades impulsa la innovación, permitiéndonos desbloquear el potencial escondido del negocio y generar valor donde antes veíamos restricciones.
EL MIEDO COMO OBSTÁCULO: PERCEPCIÓN ERRÓNEA – RIESGOS
El miedo nos hace creer que hay más cosas para perder de las que realmente existen. Este sentimiento limita nuestra capacidad para tomar riesgos inteligentes y aprovechar oportunidades. Muchas veces, lo que parece un riesgo es solo una ilusión generada por inseguridades infundadas. Al superar esos miedos, se abre un horizonte de posibilidades que antes no eran evidentes, transformando barreras emocionales en trampolines para avanzar y lograr objetivos significativos en el negocio.
IDENTIFICAR OPORTUNIDADES: MUCHO QUE GANAR – NEGOCIOS
En los negocios, la clave está en identificar situaciones donde hay mucho para ganar y poco para perder. Aprender a detectarlas es esencial para jugar relajado y tomar decisiones estratégicas. A diferencia del casino, donde las probabilidades son desfavorables, en los negocios podemos encontrar oportunidades con altos retornos y bajos riesgos. Este enfoque permite aprovechar momentos clave, priorizando la eficiencia y el valor, y dejando de lado aquellas situaciones que ofrecen pocas ganancias o altos riesgos.
ESCUDO Y LANZA: CONOCE TUS HERRAMIENTAS – ESTRATEGIA
Cada empresario debe conocer sus herramientas para protegerse y atacar: el “escudo” que resguarda el negocio y la “lanza” que permite avanzar en el mercado. Identificar y comprender estas herramientas permite jugar con confianza, ajustarse a las dinámicas del entorno y actuar con efectividad. Este conocimiento estratégico es fundamental para aprovechar oportunidades, enfrentar desafíos y mantener el control en un mercado competitivo y en constante cambio.
JUEGO Y RESPONSABILIDAD: BALANCE Y EFECTIVIDAD – NEGOCIO
Aunque el negocio sea un juego, esto no le quita responsabilidad ni seriedad. La clave está en equilibrar el disfrute con la capacidad de respuesta ante cada situación. Jugar bien implica aceptar la incertidumbre, tomar decisiones rápidas y mantener un ritmo constante. La responsabilidad no está reñida con la creatividad ni con el riesgo, sino que fortalece la capacidad de responder de forma efectiva, construyendo un modelo de negocio sólido, resiliente y adaptable.
MENTE GANADORA: RESPUESTA Y SEGURIDAD – MINDSET
El mindset ganador se basa en la confianza, la capacidad de respuesta y el disfrute del proceso. Ser responsable no significa ser dramático, sino actuar con seguridad y adaptabilidad frente a cada desafío. Perder el miedo y atacar con propósito es fundamental para jugar bien. Mantenerse conectado con el equipo, fluir con el entorno y aportar valor de manera constante son elementos clave para liderar con impacto y construir un negocio sólido y exitoso.
SISTEMAS DE JUEGO: CONEXIÓN Y ESTRATEGIA – LIDERAZGO
Para liderar y jugar bien en el negocio, es fundamental construir un sistema que conecte todas las partes: pares, jefes, colaboradores, accionistas, clientes y proveedores. Este sistema debe incluir herramientas como un “escudo” para proteger y una “lanza” para atacar. Sacar los miedos iniciales permite actuar con confianza. Ganar depende de mantener esta conexión constante, fomentando la colaboración y garantizando que todos los elementos trabajen alineados hacia un objetivo común.
ENTENDER EL JUEGO: PERCEPCIÓN Y ADAPTABILIDAD – NEGOCIO
El negocio es un juego dinámico y vulnerable a lo humano, donde la percepción y la habilidad marcan la diferencia. Aprender a jugar implica arriesgar, atacar y disfrutar del proceso. Nerviosismo y preocupación afectan el rendimiento, mientras que confianza y motivación lo potencian. Aceptar que el juego no siempre es justo permite mantener el enfoque. El mindset ganador combina responsabilidad, fluidez y seguridad en el aporte de valor, marcando la diferencia en el campo.
JUGAR COMO HERRAMIENTA DE CRECIMIENTO – JUGAR
El juego es un medio para explorar nuevas formas de pensar y actuar, permitiéndonos cambiar de roles y adaptarnos a distintas situaciones. A través del juego, los adultos también pueden experimentar y desarrollar nuevas habilidades, como la flexibilidad y la creatividad. Al igual que en los niños, el juego es esencial para liberar el potencial de rendimiento en los adultos, promoviendo la confianza, la iniciativa y la capacidad de ver oportunidades. Jugar nos permite disfrutar del proceso, no solo del resultado.
FOCO EN EL RESULTADO NO BASTA – RESULTADO
El enfoque excesivo en los resultados puede desviar nuestra atención de lo que realmente importa: el proceso de desarrollo personal. Querer alcanzar un logro sin trabajar en las habilidades necesarias para alcanzarlo es una trampa común. El progreso real proviene de entender que el resultado es consecuencia del esfuerzo continuo y de la capacitación necesaria. Sin una base sólida de habilidades, cualquier logro alcanzado será insostenible. El verdadero crecimiento se encuentra en el desarrollo de la habilidad, no en la simple búsqueda del éxito.
DESARROLLO DE HABILIDADES VERSUS OBJETIVOS – DESARROLLO
Al definir objetivos, es crucial entender las habilidades necesarias para alcanzarlos. Si las habilidades aún no están desarrolladas, debemos enfocarnos en ellas antes de seguir adelante. El éxito no se trata solo de alcanzar metas, sino de garantizar que tenemos la capacidad de sostener esos logros a largo plazo. La clave está en elegir objetivos que desafíen nuestras habilidades actuales, sin ir más allá de lo que somos capaces de hacer en este momento, para evitar la frustración y el desgaste innecesario.