EXPECTATIVAS y NECESIDADES

PODER ESTAR MEJOR SI APRENDES A ESTAR BIEN

Antes de definir objetivos y metas, primero tenemos que conocernos y detectar cuáles son nuestras expectativas reales. Pero no solo eso, también es fundamental analizar su salud. ¿Por qué hablamos de salud? Porque nuestras expectativas pueden estar enfermas si su cumplimiento implica sacrificar el bienestar y la tranquilidad que ya logramos. Es bueno querer algo mejor, pero eso no significa que lo que tenemos ahora sea malo. Para aspirar a más, primero tenemos que aceptar nuestro presente y darlo por bueno. Si lo logrado y la tranquilidad actual no se hicieron natural en nosotros, entonces lo que estamos esperando nace enfermo. La clave es aprender a estar bien antes de querer estar mejor. Ningún futuro deseado debe hacernos perder la estabilidad del presente. Si nos angustiamos porque no se cumple lo que esperamos, significa que nuestra expectativa parte de una base equivocada. Primero hay que resolver y valorar el presente, tranquilizarnos, y desde ahí, ir por algo mejor sin sacrificar lo que ya tenemos. De lo contrario, viviremos atrapados en la frustración. Aprender a estar mejor empieza por aprender a estar bien, y ningún futuro debería costarnos nuestra paz actual.

BLANQUEAR EXPECTATIVAS Y OBJETIVOS – EXPECTATIVAS

La claridad en las expectativas y objetivos fomenta un ambiente de trabajo transparente y alineado. Los colaboradores que conocen sus metas y roles específicos responden con mayor compromiso y eficiencia.

ENTENDÉ Y MANEJÁ LAS EXPECTATIVAS

Cualquier cosa que soñás, querés o esperás, tanto vos como cualquiera, se transforma en una expectativa. Esa expectativa arranca con una fuerza impresionante, pero por lo general tiende a bajar con el tiempo. Es como un viaje soñado: al principio, todo parece perfecto, pero después, esa ilusión se va desgastando. Esto pasa con relaciones, objetivos o negociaciones. Entender que las expectativas caen no es resignarse, es aceptar cómo funcionamos. Solo cuando entendemos nuestras expectativas podemos manejarlas y decidir si queremos disfrutar lo que hay o frustrarnos por lo que falta. Ahí está la clave para vivir mejor.

 NECESIDADES Y LO QUE REALMENTE IMPORTA – NECESIDADES

El proceso de crecimiento personal incluye aprender a distinguir entre lo que realmente necesitamos y lo que creemos necesitar. No todo lo que sentimos que necesitamos es esencial para nuestro bienestar. A veces, nuestros deseos no coinciden con nuestras necesidades reales, y lo que creemos que nos hará bien puede, en realidad, no ser lo mejor para nosotros. Es fundamental discernir entre deseos impulsivos y necesidades auténticas para tomar decisiones más conscientes y saludables en la vida.

LA SATISFACCIÓN Y LA EXPECTATIVA – SATISFACCIÓN

La satisfacción se obtiene cuando los resultados superan las expectativas. Si las expectativas son altas y se alcanzan, el nivel de satisfacción es grande. Sin embargo, si las expectativas no se cumplen, la satisfacción disminuye, lo que puede generar frustración. Es crucial gestionar nuestras expectativas de manera realista para evitar decepciones y maximizar la sensación de satisfacción. Mantener expectativas equilibradas y realistas nos permite disfrutar más plenamente de nuestros logros y avances.

NFLUENCIA DE LAS EXPECTATIVAS EXTERNAS EN EL DESARROLLO – EXPECTATIVAS

Las expectativas externas juegan un papel crucial en el comportamiento humano. Cuando las personas se enfocan en cumplir las expectativas de los demás, pierden la oportunidad de explorar su propio potencial y desarrollar su autenticidad. La necesidad de demostrar a otros lo que uno es capaz de hacer genera estrés y ansiedad, desviando la atención de los objetivos personales y las aspiraciones internas. El verdadero desarrollo ocurre cuando se deja de jugar el juego de las expectativas ajenas y se busca el crecimiento individual.

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