AUTONOMÍA PROGRESIVA PARA RESULTADOS – AUTONOMÍA
La autonomía se desarrolla gradualmente, aumentando la confianza y los resultados. Equipos autónomos son más innovadores y resolutivos, reduciendo la dependencia del liderazgo para decisiones cotidianas.
AUTOGESTIÓN Y DESAFÍOS EN EQUIPOS – AUTOGESTIÓN
Equipos sin autonomía dependen de las instrucciones del líder, limitando su potencial. La autogestión, fomentada gradualmente, permite a los equipos superar conflictos y aportar ideas innovadoras, logrando resultados que serían imposibles de manera individual.
CONTRIBUCIÓN Y RECONOCIMIENTO EN EQUIPO – EQUIPO
Al formar parte de un equipo, la clave para conseguir lo que deseamos no radica en exigir o esperar que nos den algo simplemente por sentir que lo merecemos. Es crucial reflexionar sobre la sostenibilidad de nuestras acciones: ¿contribuimos al equipo y al proyecto, o simplemente pedimos lo que creemos que nos corresponde? El verdadero crecimiento y reconocimiento en un equipo provienen de lo que aportamos, de resolver problemas y de comprometernos con el propósito común, no de nuestras expectativas personales.
CRISIS EN EQUIPOS: ENFRENTARLAS JUNTOS – EQUIPO
Un gran equipo sabe que las crisis son parte del proceso. Al asumir grandes desafíos, los miembros deben ser conscientes de que enfrentarse a situaciones difíciles, acuerdos complejos y mini crisis es inevitable. La clave no está en evitar estas dificultades, sino en cómo las abordamos. Con claridad, presencia y compromiso, podremos estructurar planes efectivos y no perdernos en la frustración. En lugar de simplemente reaccionar a los problemas, un equipo sólido debe anticipar y planificar para superarlos con éxito.
EL EGO AFECTA LA SINERGI A – EQUIPO
El ego puede ser un obstáculo significativo en la dinámica de un equipo. Cuando interviene, puede llevar a que algunos miembros se desvinculen, incluso sin darse cuenta. Los comportamientos disfuncionales derivados del ego pueden hacer que los demás perciban que nuestras ideas no son valoradas, que no estamos siendo escuchados, o que no se reconoce nuestro esfuerzo. Esta desconexión puede llevar a la percepción de que el líder nos ve más como un problema que como una solución potencial.
SÍNTOMAS DE UN EGO DESAFIANTE – EQUIPO
Cuando el ego interfiere en un equipo, los primeros síntomas incluyen la sensación de ser ignorado, no ser reconocido por los esfuerzos realizados, y la falta de atención por parte del líder. Los miembros pueden sentir que sus ideas no importan y que no tienen la oportunidad de asumir nuevas responsabilidades. Este comportamiento no solo afecta al equipo, sino que puede provocar que el líder vea a los involucrados como una barrera para el progreso, desalineándolos del propósito común.
UN EQUIPO FUNCIONA COMO SISTEMA – EQUIPO
Un equipo bien funcionante es un sistema en el que cada miembro comprende su papel dentro de la dinámica colectiva. Los individuos comprometidos, motivados y alineados con los objetivos del grupo tienden a moverse hacia el centro del sistema, mientras que aquellos que no contribuyen o no comparten el mismo compromiso comienzan a sentir su alejamiento, gradualmente ubicándose en la periferia. Este proceso no requiere advertencias externas, ya que los propios miembros lo perciben y se distancian.
LA PERIFERIA DEL EQUIPO – EQUIPO
Los miembros de un equipo que no se alinean con los objetivos o que no aportan al grupo comienzan a alejarse de manera natural, acercándose a la periferia del equipo. Este distanciamiento no suele requerir intervenciones directas, ya que la dinámica del equipo es clara y ellos mismos reconocen que no encajan. Aquellos que permanecen comprometidos y motivados siguen en el centro, impulsando el equipo hacia el éxito colectivo, mientras que los desalineados tienden a sentirse excluidos.
LOS TRES PILARES DE UN EQUIPO
Los equipos deben valorar y construir tres aspectos clave: la confianza entre ellos, es decir, creer; el encuentro, que implica tener un vínculo de conexión profunda, propio de quienes pueden mirarse a los ojos; y la alineación, donde el líder percibe que los miembros del equipo están comprometidos mental y afectivamente con sus objetivos y expectativas.