ENCONTRAR LO QUE NOS GUSTA – motivación
Encontrar lo que nos gusta es una de nuestras más importantes motivaciones; sin embargo, mientras estamos con la expectativa de descubrirlo deberíamos replantearnos lo siguiente:
EL ORÁCULO DE DELFOS Y EL SER – ser
Por eso, volver a las preguntas iniciales nos llevará directamente a querer lo bueno, que es ser lo que somos y encontrar ahí lo que nos gusta. El oráculo de Delfos no decía “haz lo qué te gusta” sino “conócete a ti mismo”.
DISFRUTAR DE LO QUE SOMOS – disfrute
En esta línea, el disfrute y lo que nos gusta se realizan cuando la vida se vuelve ni más ni menos que esa tarea de ser y dar lo mejor que podemos. Concentrarnos primero en ser mejores, lo cual nos llevará naturalmente a descubrir y concretar lo que nos gusta.
LA LIBERTAD EN LO QUE HACEMOS – libertad
En nuestra expectativa de poder hacer lo que nos gusta, que además consideramos lo nuestro o lo que nosotros queremos, en realidad identificamos lo que nos gusta con lo que tenemos ganas de hacer. Y esas ganas dependen mucho más de sentirnos libres de hacerlo, es decir, de no sentirnos obligados ni exigidos, ni siquiera por nosotros mismos, a hacer algo, lo cual es la condición fundamental para que realmente tengamos ganas de hacerlo.
EXPECTATIVA DE LIBERTAD Y GUSTO – expectativas
Entonces, nos cuesta identificar que aquello que buscamos descubrir como lo que nos gusta no es ni más ni menos que nuestra expectativa de libertad, la cual nos permite fluir, ser lo que libremente tenemos ganas de ser y, en ese escenario, desplegar nuestro potencial.
LA LIBERTAD NOS LIBERA DEL DEBER – obligaciones
Así, descubrimos que, en realidad, lo que no nos gusta es sentirnos obligados y exigidos a hacerlo. La libertad desempeñó un rol predominante a la hora de elegir aquello a lo que nos queremos dedicar.
LO QUE MÁS NOS GUSTA ES CONECTAR – conexiones
En la búsqueda de lo que nos gusta, a menudo olvidamos que lo más importante es conocer nuestros dones para desarrollarlos y ponerlos en práctica. Además, el gusto por una actividad en particular está vinculado a la energía, la iniciativa y la actitud que aportamos de manera protagónica a lo que hacemos. Sin embargo, al final, lo que realmente nos gusta es nuestra capacidad de disfrutar los vínculos que construimos, de sentirnos conectados y vinculados con los demás.
DISFRUTAR HACIENDO LO QUE DOMINAMOS – habilidades
Las personas tienden a disfrutar haciendo aquello en lo que sienten que pueden destacarse. Nos gusta lo que hacemos bien, o lo que creemos que podemos mejorar continuamente, y eso influye en nuestras elecciones y motivaciones. Este fenómeno se basa en nuestra capacidad de perfeccionar lo que ya dominamos, y nuestra motivación está directamente relacionada con la sensación de competencia y el deseo de continuar desarrollando nuestras habilidades y talentos.
TOLERANCIA AL PROCESO DE APRENDIZAJE – LO QUE GUSTA
El proceso de aprendizaje puede generar incertidumbre y miedo, especialmente cuando nos enfrentamos a algo que no sabemos hacer. Sin embargo, es importante tolerar la contradicción entre lo que queremos hacer y lo que no sabemos hacer aún. A medida que nos enfrentamos a estos retos y aprendemos, lo que inicialmente no gustaba se transforma en algo agradable. El miedo a lo desconocido puede devorar la confianza, pero al superarlo, descubrimos que el proceso de aprender amplía lo que nos gusta y nos conecta con nuevas oportunidades.
DESCUBRIR EL DESEO: DESEO
El gusto tiene dos vertientes, una positiva, lo que realmente y profundamente quiero y otra negativa que viene de la necesidad de liberarme de algo que siento que se me está imponiendo.
EL GUSTO: GUSTO
El gusto tiene dos vertientes: una positiva, lo que realmente y profundamente quiero, y otra negativa que viene de la necesidad de liberarme de algo que siento que se me está imponiendo.
QUERER O NECESITAR: QUERER
La necesidad se ubica en el nivel inferior, es la línea que marca el problema. El querer se encuentra en la parte superior, es positivo si te agrada. Hay una diferencia entre querer y necesitar.
QUIERO: DESEO
¿Aquello que deseo es lo que me define? Desea con acierto.
QUIERO O PUEDO: DESEO
Cada individuo actúa según sus capacidades, no según sus deseos.
PURIFICAR LA INTENCIÓN: INTENCIÓN
¿Dónde reside nuestro verdadero tesoro? ¿Qué revelan nuestras acciones diarias sobre ello? A menudo creemos desear algo, pero nuestras actividades revelan nuestras verdaderas intenciones y metas. Es crucial comprender qué nos impulsa y hacia dónde nos dirigimos en realidad. Este conocimiento nos permite identificar nuestros objetivos más profundos y purificar nuestras intenciones. También nos brinda una visión clara de la persona en la que nos estamos convirtiendo a medida que perseguimos nuestros objetivos.
PUREZA DE LA INTENSIÓN: DESEO
Existe un punto en el que el deseo excesivo de algo puede ir en contra de la voluntad divina. Una vida plena está en sintonía con lo que la vida nos brinda, es comprender lo que nos ofrece. No debemos aferrarnos demasiado a algo que está más allá de nuestro control, algo en lo que sentimos que no tenemos margen de acción, algo que no podemos lograr por más que nos esforcemos y luchemos.
PUREZA INTENCIÓN: CRECIMIENTO
Cuando no logro obtener lo que deseo, es una forma de encubrir lo que realmente me está sucediendo. En mis gustos y deseos se refleja mi ser completo: mis pensamientos, emociones y experiencias pasadas. Aquellos que pueden trascender sus meros deseos y elegir lo que es bueno, se convierten en personas superiores. La pureza de la intención, en el contexto de buscar cosas cada vez mejores, implica tener una motivación clara y sincera de mejorar y crecer en todas las áreas de nuestra vida.
CLARIDAD Y COMPRENSIÓN: INTENCIÓN
La pureza de la intención implica tener una comprensión clara de lo que realmente queremos lograr y por qué es importante para nosotros. Esto implica alinear nuestras metas y deseos con nuestros valores fundamentales y nuestras aspiraciones más elevadas. Tener claridad sobre lo que deseamos nos permite actuar con propósito y dirección, evitando distracciones y malentendidos que puedan desviar nuestra energía de lo que realmente importa en nuestra vida.
AUTENTICIDAD Y COHERENCIA: VIVIR SIN EXCUSAS
Ser auténticos con nosotros mismos y actuar en coherencia con lo que verdaderamente deseamos. Esto implica evitar la influencia de las expectativas externas y seguir nuestro propio camino, incluso si va en contra de las normas convencionales o las opiniones de los demás. La autenticidad nos permite vivir de acuerdo con nuestros valores y creencias, sin ceder a presiones externas, y encontrar satisfacción genuina en lo que hacemos.
SUPERACIÓN PERSONAL: ENFRENTAR EL DESAFÍO
Buscar constantemente mejorar y crecer, estableciendo metas desafiantes y buscando oportunidades de aprendizaje y desarrollo. Esto implica salir de nuestra zona de confort y enfrentar los desafíos con una actitud positiva y perseverante. La superación personal es un proceso continuo que exige esfuerzo y compromiso, pero que nos permite alcanzar nuevas alturas y realizar nuestro verdadero potencial en todos los aspectos de nuestra vida.
GENEROSIDAD Y BIENESTAR COMÚN: COMPARTIR
Compartir nuestros logros y éxitos con los demás, buscando el bienestar y el beneficio de todos. La pureza de la intención no solo implica alcanzar cosas mejores para nosotros mismos, sino también contribuir al bienestar de los demás y al bien común. Al generar un impacto positivo en los demás, encontramos una fuente de satisfacción que va más allá de los logros individuales, creando una red de apoyo y colaboración mutua.
LA PUREZA DE LA INTENCIÓN: PROPÓSITO Y CRECIMIENTO
En resumen, la pureza de la intención, desde la perspectiva de querer cosas cada vez mejores, implica tener una motivación clara y sincera de mejorar y crecer en todas las áreas de nuestra vida, alineando nuestras metas y deseos con nuestros valores más profundos y buscando el bienestar de nosotros mismos y de los demás. Es un proceso de alineación constante entre lo que queremos, lo que hacemos y lo que somos.
¿CÓMO CONSEGUISTE LO QUE TIENES? – IDENTIDAD
Podemos creer que nuestra identidad está determinada por lo que poseemos o logramos. Sin embargo, lo que realmente importa es la forma en que obtenemos esas cosas. La manera en que conseguimos lo que tenemos es un atributo clave de nuestra persona. ¿Lo conseguimos trabajando duro o a través de acciones deshonestas? ¿Lo logramos mediante la persistencia o la coerción? ¿O lo obtenemos construyendo un valor positivo en nuestras relaciones con los demás?
LO QUE TE GUSTA VS LO QUE TE INTERESA – MOTIVACIÓN
Dentro del mundo de la motivación, existe una confusión común entre lo que uno quiere, le gusta o necesita, generando angustia al analizar el presente y el futuro. Esta confusión radica en dos conceptos: lo que me gusta versus lo que me interesa. Aunque a primera vista pueden parecer sinónimos, en realidad son estructuralmente diferentes en términos motivacionales. Lo que nos gusta está más relacionado con un aspecto pasivo del bien, mientras que lo que nos interesa está vinculado a un aspecto activo.
LA DIFERENCIA ENTRE GUSTAR E INTERESAR – AUTOCONOCIMIENTO
La diferencia entre lo que nos gusta y lo que nos interesa es crucial para entender nuestra verdadera motivación. Podemos admirar el éxito financiero de otros y desearlo, pero si el dinero no es lo que nos mueve internamente, no nos interesará de la misma manera. Hay personas que son movidas mucho más por la adrenalina y excitación de generar algo nuevo, que por ganar dinero o construir algo estable.
ENTENDER NUESTRA MOTIVACIÓN INTERNA – FRUSTRACIÓN
Este entendimiento nos lleva a la necesidad de conocernos a nosotros mismos para descubrir que nuestra esencia está más ligada a lo que nos interesa, aquello que nos mueve activamente, que a lo que meramente nos gusta de manera pasiva. Reflexionar sobre esta diferencia nos ayuda a comprometernos más con lo que realmente nos motiva, siempre y cuando sea algo bueno. Esto evita la frustración y la confusión por no estar persiguiendo algo que simplemente nos gusta, pero no nos interesa profundamente.
GUSTAR VS QUERER: DIFERENCIA CLAVE – EXPECTATIVAS
Existe una diferencia entre lo que nos gusta y lo que queremos. El querer puede estar desconectado de nuestras posibilidades y llevarnos por caminos equivocados. A menudo confundimos lo que nos gusta con lo que realmente queremos, y esto puede generar problemas. Es importante reconocer nuestra inclinación natural, lo que verdaderamente nos gusta. Esto no necesariamente tiene que ser lo que queremos, ya que nuestras expectativas y deseos pueden estar influenciados por otros factores externos.
LO QUE GUSTA Y LO QUE QUEREMOS – MOTIVACIÓN
No todas las cosas que no nos gustan están relacionadas con lo que realmente queremos. A veces, nuestras preferencias personales pueden diferir de nuestros deseos más profundos. Es importante reconocer que nuestras inclinaciones y gustos pueden variar, y no siempre están alineados con nuestros verdaderos anhelos. Explorar nuestras motivaciones más íntimas y entender lo que realmente queremos puede ayudarnos a tomar decisiones más conscientes y alineadas con nuestra autenticidad.
CULTIVAR LO QUE GUSTA – APLICACIÓN
A veces compensamos nuestra incapacidad para disfrutar lo que tenemos al no saber realmente lo que nos gusta. En lugar de apreciar y encontrar satisfacción en las cosas que ya poseemos, nos distraemos y nos enfocamos en lo desconocido, en lo que creemos que podría hacernos más felices. Esta falta de conexión con nuestros gustos y preferencias nos impide aprovechar al máximo lo que tenemos en el presente. Es importante cultivar la conciencia de nuestras propias inclinaciones y descubrir lo que realmente nos trae alegría.
LA INTELIGENCIA EN LAS DECISIONES – MADUREZ
Tu nivel de inteligencia y madurez se refleja en la capacidad de tomar decisiones que elijan lo bueno. Es decir, cuando decides conscientemente querer lo que es bueno, demuestras tu habilidad para discernir y valorar lo que es moralmente correcto y beneficioso para ti y para los demás. Esta elección demuestra tu compromiso con la ética y tu capacidad para tomar decisiones fundamentadas en principios sólidos. Al elegir querer lo que es bueno, demuestras madurez.
DESARROLLO PERSONAL A TRAVÉS DEL BUEN QUERER – PROCESO
Si logras desear lo que es positivo y beneficioso, te encaminarás hacia un lugar cada vez mejor. Sin embargo, si solo consideras bueno lo que deseas, te dirigirás en la dirección opuesta. Elegir lo que es bueno implica una conexión entre la ética personal y las acciones, lo que lleva a un crecimiento positivo, mientras que querer solo lo que te beneficia a corto plazo puede desviarte de tu camino hacia un futuro más satisfactorio.
LA ESTRUCTURA DEL AUTÓNOMO – AUTONOMÍA
El autónomo sigue un orden de análisis: primero evalúa lo que puede, luego lo que quiere y finalmente lo que debe. Cambiar este orden puede llevar a bloqueos mentales, característicos de estructuras inflexibles. Aquellos que ponen el “deber” en primer lugar justifican su miedo a no poder con argumentos morales, como la responsabilidad de sostener económicamente a sus hijos antes que buscar la independencia que desean. La conciencia activa y la reflexión permiten avanzar con claridad.
LA MOTIVACIÓN GENUINA Y EL DESEO – MOTIVACIÓN
La motivación genuina se valida en el impulso, en la inclinación innata. ¿Qué es aquello que no puedes dejar de hacer? Una motivación madura, saludable y organizada genera deseo por lo bueno. El deseo es una expresión natural de la motivación. Es un impulso espontáneo que te impulsa hacia un disfrute íntimo y auténtico. El deseo es el motor que genera una acción efectiva, mientras que el esfuerzo solo surge cuando falta motivación.
IMPULSO INTERNO Y ACCIÓN – DESEO
En el deseo, la motivación y el impulso interno son más poderosos que el objetivo. En el deseo, lo que quiero exige acción, moviliza y no se queda en la teoría. El deseo tiene un profundo significado, donde fluye sin exigencias. Comprender los deseos nos ayuda a comprender el tipo de motivación individual. Saber qué despierta tus deseos te permitirá unir lo que quieres con tus anhelos, permitiendo que fluya naturalmente hacia tus metas.
EL ESFUERZO FRENTE A LA MOTIVACIÓN – ESFUERZO
Sin motivación, sin deseos, recurrirás al agotador esfuerzo de la fuerza de voluntad. El esfuerzo pertenece al paradigma de las exigencias, mientras que los deseos surgen de la motivación. Cuando dependemos del esfuerzo, estamos trabajando en un contexto de lucha y resistencia, pero cuando actuamos desde el deseo, lo hacemos con entusiasmo y conexión profunda, lo que hace que el proceso sea más natural y fluido, y no algo forzado o agotador.
DESEO VS FUERZA DE VOLUNTAD – MOTIVACIÓN
Detrás de la motivación se encuentra la pregunta de “¿por qué debo hacer las cosas? ¿Porque sí? ¿Por compromiso? ¿Porque se alinea con un objetivo?” La fuerza de voluntad es una inclinación natural o una autoexigencia. Para aquellos con voluntad, los deseos no existen; las cosas deben hacerse simplemente porque sí. Si motivas exigiendo voluntad, no lograrás que se conecten con sus deseos. La motivación basada en la fuerza de voluntad es más vulnerable al fracaso.
DESEO VS MANDATO – DESEO
Vive la motivación como un deber profundo, como un mandato incontenible. Aunque a veces los deseos no estén presentes, aspiramos a una motivación que los despierte. Quiero que tengas deseos de estar aquí, no que sea una obligación. Sin deseos, solo te queda el esfuerzo y el sacrificio, y eso es agotador. El esfuerzo es valioso porque a veces los deseos no están presentes, pero no siempre es así. La fuerza de voluntad pertenece a la lógica del esfuerzo que a veces carece de motivos.
FUERZA DE VOLUNTAD Y ESFUERZO – ESFUERZO
La voluntad saludable cobra sentido en la motivación y a veces recurre al esfuerzo. Cuando la motivación está conectada con los deseos, el esfuerzo se vuelve más fluido y menos agotador. Sin embargo, cuando los deseos faltan, la motivación debe recurrir a la fuerza de voluntad y al esfuerzo. Este esfuerzo, aunque necesario en ciertos momentos, se convierte en un desafío constante si no está impulsado por una motivación interna sólida, lo que hace más difícil mantener la consistencia a largo plazo.
LO QUE GUSTA Y CONSTRUCCIÓN – CONSTRUCCIÓN
Lo propio, lo que es para uno, o lo que a uno le gusta, no existe como tal, se lo descubre y construye al mismo tiempo. Lo que hay son habilidades, dones, capacidades, oportunidades, y a partir de ahí se crea un ámbito propio, una expectativa, una visión. Después parece que eso era lo propio pero en realidad no existía, fue construido a partir de la realidad creada por la propia imaginación.
LO QUE GUSTA Y SU IMPACTO – CRECIMIENTO
Existe una brecha considerable entre lo que te gusta y lo que te beneficia. Es poco probable que solo haciendo lo que te gusta llegues a donde deseas. No siempre lo que te gusta y tienes ganas de hacer se corresponde con lo que es bueno para ti. Lo que no te gusta es aquello que no sabes o no te interesa aprender. Al ignorar la importancia de ese aprendizaje como parte fundamental de tu crecimiento, te limitas a ti mismo.
LO QUE GUSTA Y DONES – DESARROLLO PERSONAL
Hasta que no descubras tus fortalezas, estarás luchando contra tus debilidades y buscando tus preferencias. Encuentra tu lugar de excelencia, donde destacas y marcas la diferencia. Este proceso de autodescubrimiento permite enfocar tus esfuerzos en lo que realmente te distingue, potenciando tus talentos. Cuando encuentras ese espacio donde te desarrollas mejor, no solo creces, sino que también puedes aportar algo único a tu entorno, contribuyendo a tu propio bienestar y el de los demás.
ENCONTRAR LA MOTIVACIÓN INTERIOR – MOTIVACIÓN
El temor a perder la perseverancia busca una fuente externa de motivación, es por eso que todos anhelan descubrir su pasión para encontrar motivación. No se trata de encontrar algo que nos guste, sino de encontrar la satisfacción en lo que hacemos. No busques lo que te gusta, sino lo que te permite conectar y encontrar motivación. Todo puede ser motivador si nos brinda la experiencia de poder y superación.
CONOCERSE A UNO MISMO – DESAFÍO
Esta experiencia de empoderamiento surge al combinar tus talentos con lo que haces. El desafío no es hacer lo que quieres, sino querer lo que haces. Consiste en descubrirte a ti mismo en cada acción, desplegando todas tus habilidades. Al identificar tus fortalezas y aplicarlas, el trabajo se convierte en una oportunidad de crecimiento personal. Encontrar la conexión entre tus capacidades y lo que realizas te da el impulso necesario para mantenerte motivado a largo plazo.
SER ÚNICO Y DESTACADO – DON
Sentirse único da la base de energía para que te guste lo que haces, y de estar convencido de poder hacerlo de manera sobresaliente y original, con la expectativa de ser el mejor; es hacer foco en el propio don y eso incluye el duelo de otras cosas interesantes que hay para hacer. El foco en el don personal no solo refuerza la confianza, sino que también impulsa el deseo de superación y de alcanzar un nivel superior en la ejecución.
LA IMPORTANCIA DE LA PASIÓN – DONES
Uno se fascina con una destreza. Experimentar la sensación de no tener valor te aleja del potencial de contribuir a la sociedad. Lo único relevante es practicar lo que te apasiona y no ser útil, ser productivo, construir la realidad, satisfacer las necesidades de otros, es decir, dejar un legado duradero. La clave radica en encontrar aquello que nos impulsa internamente, y con ese propósito, desarrollar nuestras habilidades para hacer una diferencia significativa.
LA ACCIÓN COMO MEDIDA – INTERÉS
La diferencia entre alguien que quiere algo y alguien que realmente quiere algo, es que el que lo quiere realmente lo hace. Esto en la acción es la medida del interés. El interés genuino no se demuestra solo con palabras, sino con la dedicación y la perseverancia en los actos. La verdadera motivación se refleja en lo que estamos dispuestos a hacer para alcanzar lo que deseamos, tomando acciones claras y decididas para lograrlo.
ENTENDER EL DESEO Y EL PODER – CAPACIDAD
A menudo confundimos “querer”, “tener ganas”, “poder” y “deber”. Es posible querer algo y no tener ganas de hacerlo, o tener ganas pero no poder. No siempre el deseo se traduce en capacidad, aunque para activar el poder, debemos querer. La verdadera capacidad surge cuando el deseo se alinea con nuestras habilidades y disposición para actuar. El deseo es el motor, pero la capacidad es lo que convierte ese deseo en resultados tangibles y efectivos.
LA MADURACIÓN EN LAS DECISIONES – CONVENIENCIA
Madurar es reemplazar los juicios de valor por los de conveniencia. La miopía de ver la norma por delante de la realidad no deja ver la conveniencia, sólo busca rebelarse en la fantasía. Se sabe con naturalidad lo que conviene, pero no se hace, se conoce la cadena causal que ayuda a sentirse bien en el futuro haciendo lo que se debe. El problema comienza cuando lo que gusta justifica lo que no conviene.
EL PLACER FUTURO Y EL ACTUAL – CONVENIENCIA
Se gana y se pierde, pero los planteos de si está bien o está mal, si gusta o no gusta, si es lo de uno o no lo es, son de bajo nivel. Deben cambiarse por la pregunta de si conviene o no conviene, de si se puede hacer o no se puede hacer. Así, todo el ser se lanza a la acción conveniente después de tomar conciencia. La conveniencia acorta la brecha entre el placer presente y el futuro.
CONVENIENCIA Y MADUREZ – GUSTO
Debe llegarse al objetivo pasándola genial, absolutamente distendido y divertido, no preocupado. Debe esperarse la rueda; tarde o temprano, los placeres futuros, que siempre son de mejor calidad y que fueron sembrados en el pasado, se disfrutan en el presente, en lo que somos y hacemos. La lógica de la conveniencia es la del futuro y no la de muertos dramáticos del pasado. La madurez es hacer lo correcto sin perder energía en rebelarse.
EL VALOR DE LA CONVENIENCIA – ACCIÓN
La cabeza funciona a gas si se basa en las ganas o en el gusto, y a nafta cuando parte de la conveniencia. Las ganas suelen ser divertidas, pero muchas veces no son convenientes; nadie quiere obligarse, forzarse o ser violento consigo mismo. Someterse al atracón o no hacer lo conveniente y rebelarse significa un grito de libertad. Los proyectos que convienen se construyen aprendiendo a detectar las pequeñas conveniencias del día a día.
MIEDO Y DUDAS SOBRE LO QUE GUSTA – CONVENIENCIA
A veces, lo que gusta queda tapado por la duda, la desconfianza y el miedo a hacerlo mal, por no permitirse ningún error. En esos casos, uno prefiere pensar que es mejor no hacerlo. Sólo el original no se deja evaluar y puede apasionarse. La capacidad de superar la duda y elegir lo que realmente conviene es clave para la madurez. Al hacer lo que nos conviene, nos conectamos con nuestra esencia y potencial.
CONECTAR GANAS Y QUERER – MOTIVACIÓN
La acción surge de las ganas o de la exigencia, esta última representa la sensación de estar obligado, de someterse a un camino no elegido. Aunque algo sea bueno, atractivo, planificado y pueda generar buenas consecuencias, si se percibe un rastro de obligación, se pierde el deseo de hacerlo. Es valioso ser alguien que disfruta hacer lo que cree que debe hacer, con la convicción de que eso le llevará a la plenitud, pero basta con que aparezca la sensación de tener que hacerlo para que el deseo desaparezca.
LA DESCONEXIÓN ENTRE GANAS Y QUERER – RESPONSABILIDAD
Las personas que se enojan a menudo suelen estar sometidas a exigencias. Si no se conecta el deseo con la voluntad, en el menor descuido se recurre a compensar la motivación con esfuerzo y sacrificio. El esfuerzo y la imagen de estar cumpliendo pueden ser reconfortantes, pero los resultados se logran al hacer las cosas correctamente, y el esfuerzo no es suficiente para justificar una mala ejecución.
AUTONOMÍA Y CONOCIMIENTO DE LOS DESEOS – INTEGRIDAD
Solo aquellos que son autónomos pueden conocer sus gustos y deseos, ya que los crean dándoles sentido. Pueden unir lo que pueden hacer, lo que quieren hacer, lo que les entusiasma y lo que deben hacer. No es lo mismo querer algo que tener ganas de hacerlo. El querer surge de la razón, valorando un bien, mientras que las ganas son espontáneas y provienen del cuerpo, pudiendo o no estar conectadas con ese querer racional.
DISOCIACIÓN ENTRE QUERER Y GANAS – CONFLICTO INTERNO
Es posible realizar acciones sin ganas, pero siempre se tiene la responsabilidad de analizar por qué no se sienten. La desconexión entre el querer y las ganas lleva a analizar también la disociación entre el querer y el deber. El auténtico sigue sus ganas porque las ha alineado con su querer y este a su vez con su deber. La integridad se encuentra en la correspondencia entre lo que se quiere y lo que se tiene ganas de hacer.
LA PELIGROSA REBELDÍA – CONDICIONES CONTRADICTORIAS
Sin embargo, si lo que gusta no requiere ninguna justificación ni relación con lo que se quiere o piensa, más allá de una actitud pintorescamente rebelde, comienza una pesadilla de contradicciones.
CAPACIDAD Y EXPECTATIVA – CRECIMIENTO
El equilibrio entre las expectativas y las capacidades es crucial; si la capacidad supera la expectativa, se limita el crecimiento, y si la expectativa supera la capacidad, surge la frustración. Modificar las capacidades es más desafiante que ajustar las expectativas. La necesidad es algo que todos evitan y rechazan, se requiere una gran determinación para buscarla como motor de crecimiento. Existe una necesidad existencial de dirigir la vida hacia algo productivo y satisfactorio. Las necesidades deben elegirse en función de las expectativas, no al revés, para evitar la frustración de no poder satisfacerlas.
DE DÓNDE SURGE EL INTERÉS – PERCEPCIÓN
El interés surge de la percepción de nuestras capacidades y la certeza de que podemos lograr algo. El puente entre la necesidad y el interés es la percepción de nuestras capacidades. Las crisis son el punto máximo de necesidad, donde podemos ver con claridad las oportunidades que en tiempos de estabilidad pasan desapercibidas. Sin embargo, algunos solo buscan culpables en lugar de aprovecharlas. La impotencia por lo que no se pudo hacer se convierte en frustración y esta en busca de culpables.
LA DESESPERACIÓN POR LA NECESIDAD – ACCIÓN
La desesperación es el sentimiento de que la necesidad nunca será satisfecha. Cuando deseamos algo intensamente, es porque lo necesitamos, ya que nos impulsa a actuar.