RELACIONES Y VINCULOS

A VECES LA OPINION DE LOS DEMÁS ES IMPORTANTE

No siempre sabemos cómo somos o qué reacciones generamos en los demás, porque en ningún momento reconocemos en nosotros una intención relacionada con esa imagen que damos. Pero más allá de que muchas veces la opinión de los demás es algo que nos oprime en extremo, también tenemos que saber que si todos ven un patrón de comportamiento o un estilo nuestro, tal vez desagradable o disfuncional, tenemos que prestarle atención.

Nuestra naturaleza, el fondo de nuestro carácter, el foco desmedido en algunos aspectos o en ciertos miedos que nos hacen olvidar algunas dimensiones de nuestra personalidad —inclusive nuestras buenas intenciones o nuestros objetivos— pueden hacer que no estemos registrando esas reacciones negativas que los demás ven. Por todo esto, creemos que esas reacciones son injustas, equivocadas, y nos da bronca e impotencia. Pero a veces la opinión del otro importa, especialmente porque convivimos con esa persona y necesitamos de esa convivencia.

Entonces, si es un patrón que se está repitiendo, prestale atención. Nadie dice que lo estés haciendo a propósito, pero sin duda algo extraño y fuera de tu control estás haciendo para provocar eso en los demás.

ENFOCÁ EN EL POTENCIAL FUTURO Y POSITIVO DE UNA RELACIÓN

En una relación donde hubo una mala experiencia, por lo general nos centramos en las cosas malas que pasaron y nos cuesta ver las cosas buenas que pueden pasar, el horizonte futuro positivo que esa relación puede ofrecer. De la misma manera, también nos paramos en lo que el otro debería ser, y es ahí donde construimos un muro, en lugar de pararnos en lo que el otro puede hacer, que es donde construimos un puente.

El miedo nos hace ver lo negativo y solo un pasado moral, y ese miedo no es más que un aire viciado, una fantasía propia del encierro. A veces tenemos que abrir las ventanas de nuestra mente para que ventile y se lleve esos miedos, para dar espacio a un pensamiento renovado, con un aire fresco, positivo y transformador.

RESPETAR A LA PERSONA O AL VINCULO

Las relaciones de amistad suelen tener un componente más sano que las relaciones de pareja. Esto se debe a que en la amistad se respeta a la persona en su individualidad, mientras que en la pareja, muchas veces, el foco se pone en respetar el vínculo. En ese intento, sin darnos cuenta, podemos olvidar el respeto por la persona en sí. El desafío es comprender que una relación de pareja o sociedad debe basarse primero en el respeto por el otro como individuo, con su libertad, intereses y personalidad. Si se ignora este principio, cualquier intento de preservar el vínculo estará condenado a generar conflictos.

NUEVAS FORMAS DE RELACIONARSE – NELIDA

A veces, las relaciones pueden ser complicadas, pero existen formas diferentes de interactuar que no implican denigrarse o sacrificarse. Las nuevas formas de vincularse requieren empatía y un enfoque en el entendimiento mutuo, buscando establecer conexiones saludables que promuevan el respeto y la cooperación, sin recurrir a la sumisión o la agresión. Es fundamental revisar cómo nos relacionamos para encontrar maneras de convivir de forma positiva y equitativa, evitando el daño y el desgaste emocional innecesario.

COMPARTIR ANTES DE CONSTRUIR VÍNCULOS
Podemos creer que, por estar en una relación, ya tenemos un vínculo, sea una relación de socios, de pareja, de amistad o de cualquier otro tipo. Sin embargo, para que exista un vínculo real, deben cumplirse dos fases bien definidas. La primera es “compartir el mundo interior”, es decir, estar con alguien a quien puedo expresar lo que pienso, lo que siento, lo que quiero, lo que me da miedo o cualquier otra cosa que ocurra en mi interior. En esta etapa, la otra persona escucha, comprende, no juzga y trata de ver qué puede hacer con lo que le comparto, aunque también puede decidir no hacer nada. Este proceso debe ser recíproco, con un interés genuino por lo que al otro le sucede, porque esto es lo que verdaderamente sostiene un vínculo.

LA FASE DE CONSTRUIR RELACIONES COMPARTIENDO
La segunda fase es “construir”, que incluye proyectar, llegar a acuerdos, decidir qué hacer o no hacer. Sin embargo, esta etapa debe asentarse sobre la base sólida del compartir. Aquí es donde surgen la mayoría de los problemas en las relaciones: se intenta construir sin haber pasado por la etapa de compartir los mundos internos. Esto provoca que las relaciones se vuelvan forzadas, tensas y desintegradas. La desconexión que surge genera angustia y frustración, ya que uno siente que, a pesar de tener una relación afectiva, ha olvidado interesarse por lo que ocurre en el interior del otro.

RECONSTRUCCIÓN DE UN VÍNCULO ROTO COMPARTIENDO
La única manera de reconstruir un vínculo roto o desgastado es “volver a la etapa de compartir”. Esto implica recuperar el interés genuino, comprenderse mutuamente y disfrutar de esa fase, que es la más rica y profunda. Para quienes saben valorar esta etapa, la fase de construir pasa a ser casi anecdótica, ya que el verdadero valor de un vínculo está en la conexión que se logra al compartir los mundos internos.

LA IMPORTANCIA DE LA COMPAÑÍA GENUINA VÍNCULOS
La búsqueda de compañía genuina parte de la necesidad de saber si realmente hay alguien a quien le importe lo que uno siente, piensa o vive. Si la otra persona no muestra un interés auténtico, sin importar la naturaleza de la relación, uno sigue estando solo. La soledad, además, es una barrera inicial que debe superarse para poder avanzar en cualquier relación. Un ejemplo práctico de conexión emocional es cuando alguien, a través de su compañía y escucha genuina, nos ayuda a dejar de sentirnos solos y angustiados, algo que solo es posible mediante un compartir auténtico y recíproco.

EL COMPARTIR COMO BASE DE LOS VÍNCULOS COMPARTIR
Compartir en los vínculos requiere una vocación de entendimiento, un esfuerzo constante por comprender al otro y evitar el enojo. A diferencia de discutir, que implica imponer ideas o forzar posturas, compartir es un acto libre, donde la otra persona se siente genuinamente libre. Este diálogo se centra en lo que uno siente, piensa, quiere o vive, dejando de lado las exigencias sobre lo que el otro debería hacer. Compartir no es intentar operar sobre el otro, sino abrir el propio mundo interno sin buscar modificarlo. Para que esto sea posible, es fundamental demostrar que somos alguien con quien el otro puede compartir de manera segura, creando un espacio de confianza y respeto mutuo.

EL MIEDO Y EL DESINTERÉS: ENEMIGOS DEL COMPARTIR VINCULOS
El miedo a la reacción del otro es el principal obstáculo para compartir, ya que este acto implica un flujo de verdad y autenticidad. Sin embargo, el desinterés por la reacción del otro, o por lo que ocurre en su mundo interno, también destruye la esencia del compartir, especialmente cuando se priorizan los propios objetivos sobre la conexión genuina con el otro.

EL RESPETO A LA LIBERTAD DEL OTRO EN LOS VÍNCULOS VÍNCULOS
En un vínculo profundo no solo existe el deseo de entender lo que le pasa al otro, de preguntarse por qué piensa lo que piensa, siente lo que siente o quiere lo que quiere, sino también una expectativa mucho mayor: que el otro pueda conseguir lo que desea, lograr sus aspiraciones y cumplir sus objetivos, incluso por encima de los propios. En un vínculo auténtico, hay una vocación más orientada hacia el bienestar del otro que hacia el propio, siempre respetando su voluntad y sin forzarla. A veces, al intentar hacer lo mejor para el otro, actuamos sin considerar si realmente lo desea o si acompaña el proceso, lo cual, aunque bien intencionado, termina siendo una forma de imponer, violentando su libertad y su voluntad.

EL VALOR DE COMPARTIR ANTES QUE IMPONER COMPARTIR
El compartir las emociones, los pensamientos, las expectativas, las ganas y los gustos es una realidad que precede ampliamente a ponerse de acuerdo, conseguir algo, tener razón y, menos aún, imponer. Si no hay un disfrute en compartir lo que uno quiere, sus fortalezas, sus debilidades, el sentido y las razones de por qué le pasa lo que le pasa, quiere lo que quiere o siente lo que siente, y si no existe ese intercambio entre los dos mundos internos, ¿qué queda? ¿Solo tener razón y alcanzar objetivos propios dejando al otro afuera?

SER DISTINTOS – PERSONALIDAD ÚNICA PERSONALIDAD
No se es lo que se actúa porque, del conjunto de conductas posibles, se elige una sola que no agota a la persona. Las emociones, los sentimientos encontrados, las dudas, las susceptibilidades, las historias, los miedos, los pensamientos, las experiencias y las expectativas nunca serán descubiertos en una conducta particular. Algunos confunden sus miedos con su personalidad y su carácter.

NO JUZGAR A PARTIR DE CONDUCTAS PERSONALIDAD
Guiarse por un catálogo de conductas, buenas o malas, para juzgar a los demás no garantiza llegar a conocerlos como personas. El juicio de valor es algo propio de la periferia, no nos permite entender el mundo interno del otro, de aquello que la conducta no puede mostrar. Entender al otro es saber que hay un mundo complejo por descubrir. Querer controlar las relaciones anticipando los miles de posibles comportamientos del otro es propio de una paranoia que lastima.

NO SOMOS LO QUE PENSAN IDENTIDAD
Todas las personas son buenas al conocerlas, al superar las barreras y defensas, inclusive aquellas que son en apariencia, y más que en apariencia en actos concretos, malvadas, despiadadas y desagradables.

LA PERCEPCIÓN AJENA NO DEFINIENE IDENTIDAD
Lo que los demás piensan de nosotros es un dato importante, pero seguro no somos eso.

ROL ACTIVO EN LO QUE SENTIMOS
En el momento de dar sentido y elegir qué sentir, tanto en los sentimientos como en los estados de ánimo, las emociones y los afectos, puede haber un rol activo o pasivo. Predisponerse de forma positiva, abierto a distintas posibilidades y distintos resultados, es propio del rol activo; en cambio, sin esta predisposición, con el rol pasivo, nos conformamos con el sentido que otros imponen sin darnos la oportunidad de elegir ese sentido.

TIEMPO Y CALIDAD EN RELACIONES
Según el modo en que decidimos incorporar a los demás en nuestra vida, los vínculos que establecemos con ellos se sustentan en la cantidad de tiempo compartido o en la calidad de los encuentros. Debe respetarse el tiempo necesario para construir un vínculo, no apurarlo ni violentarlo, porque es un proceso donde cada cual tiene su tiempo y sus necesidades. Un solo evento impactante no forma un vínculo real.

LA GRATITUD FORTALECE EL VÍNCULO
El afecto tiene una estrecha relación con la gratitud que se siente por haber sido puesto en un lugar de poder ser, de poder ayudar, de ser valorado. Cuando alguien nos pide su ayuda, por ejemplo, nos está dando a entender que nos cree capaces y que confía en nosotros. Cuando el otro demuestra su confianza en nosotros, cuando se apoya en el vínculo, desata un sentimiento de gratitud que afianza el vínculo.

GENEROSIDAD NO ES UN DERECHO
El encuentro no es un derecho, es una tarea. La predisposición que uno tiene no le da derechos a disponer de uno de manera arbitraria. Hay quienes consideran la generosidad del otro como un derecho adquirido y se enojan si esa persona no es generosa con ellos; el único derecho sobre otro es a tomar distancia.

EL PROBLEMA DE DAR FAVORES
Hacer un favor o dar un consejo a quien no lo pide, por bueno que sea, puede ser un error. La falta de preparación y timing para recibirlo provoca que el que recibe el favor se sienta invadido y violentado, porque siente la impotencia de sentirse necesitado. Cuando alguien recibe un favor que no pidió, aunque sea de su provecho, tiende a negar haberlo recibido; incluso si lo pide también olvidará que lo pidió.

LA VULNERABILIDAD EN LA AYUDA
El ayudado, al evidenciar su necesidad por recibir la ayuda, se siente descalificado. En el favor queda en evidencia que uno puede y el otro no, y eso genera resentimiento en el ayudado. La humillación supuesta por la vulnerabilidad plasmada en la necesidad de ayuda y la recepción del favor matizan la relación. Quien hace un favor espera gratitud, pero suele recibir resentimiento como consecuencia de las implicancias psicológicas que hay detrás de un favor.

LA FALTA DE GRATITUD Y REACCIONES
Las decisiones tomadas para proteger a alguien también pueden generar humillación y reacciones agresivas. Es frustrante la falta de gratitud de la persona a quien se le dio un consejo o se le hizo un favor. Sin embargo, al hacer un favor, dar un consejo o dar un préstamo, no se debe tener ninguna expectativa de devolución o agradecimiento. Lo que es considerado bueno para alguien no tiene por qué ser lo que el otro considera bueno para sí.

LOS FAVORES Y SU RETROCESO
Los favores no se pagan con otros favores. Apelar a la extorsión afectiva, esperando retribuciones o pretendiendo cobrar favores es un error porque, por naturaleza, fueron gratuitos. La mente, al recibir algo gratuitamente, lo capta como un derecho adquirido. Para la mente, la gratuidad no existe, y al recibir dice: “¿Correspondía este favor que me hicieron? Si correspondía, entonces está bien que me lo hayan hecho, y si no correspondía, no debió habérseme realizado”.

LA MENTE Y LA GRATUIDAD
En el préstamo es más cruel: “¿Por qué debería devolverlo?”. Los préstamos deben instrumentar la constancia de que no es un regalo, ya que en breve la mente lo considerará así. Los consejos, los préstamos y los favores se hacen bajo la expectativa de hacer un bien, pero pueden construir la percepción de incapacidad en quien los recibe. Los que se acostumbran a esta posición pasiva se convierten en adictos a la protección.

LA AYUDA Y EL RESENTIMIENTO
La ayuda que recibe el impotente genera resentimiento al remarcarle su impotencia. No se puede alegar ingratitud frente a la torpe generosidad, ésta es una virtud muy valiosa, en su correcta medida y si es consciente, y su exageración puede llevar a dañar a los demás.

CREAR VALOR EN LAS RELACIONES
Crear valor es aprender a hacer las cosas mejor, ver los espacios donde se puede agregar algo. Nos percibimos valiosos porque podemos aportar valor, no porque le pudimos sacar algo a alguien. La pregunta debe ser “¿podré dar?” en vez de “¿cuánto podré sacar?”.

AGREGAR VALOR NO ES MORALIDAD
No hay que confundir valores morales con agregar valor. Los primeros, si son auténticos, tienen que quedar en la intimidad. La responsabilidad de agregar valor no tiene que ver con ser mejor o peor persona.

ESTRATEGIA DE VALOR Y CONFIANZA
Se puede ser un estratega de la coyuntura de las relaciones, de la gestión de la incondicionalidad del vínculo, y no del valor; éste último se basa en la confianza y en el aporte de valor dado por la lucidez, pero la confianza es la que garantiza la oportunidad de demostrar el aporte de valor.

UN VÍNCULO DE VALOR VERDADERO
El vínculo de valor experimenta genuinamente el interés de que al otro le vaya igual de bien o mejor que a uno mismo. Es el convencimiento de que solo le va a ir bien a uno si le va bien al otro, es purificar el interés, querer cosas buenas.

DEJAR IR CON NATURALIDAD
Tomamos conciencia de nuestra dependencia de los vínculos o de nuestra confianza en nuestro aporte de valor cuando podemos dejar ir las relaciones que terminan con naturalidad y no quedamos masticando bronca y resentimiento.

QUERER AL OTRO COMO ES
Un afecto genuino quiere al otro como es, y puede ser para lo que quiere de lo que le gusta. Es decir, quiere al otro como es, ya lo eligió, pero eso no significa que haya cosas que le gustaría que sean distintas o mejores. El que quiere bien, no necesita que cambies para quererte, aunque si está abierto a ese cambio pero para mejor de aquel a quien eligió querer.

LA DISTINCIÓN ENTRE QUERER Y GUSTAR
“Hay cosas que me gustaría que cambies, pero no para quererte más o menos”. Se tiene claro que lo que se quiere y lo que gusta va por caminos distintos. La claridad con la que se separan lo que se quiere de lo que gusta, define la solidez del vínculo. Al separar lo que quieres de lo que te gusta, puedes construir algo mucho más sólido en todo tipo de relación.

CALIDEZ EN EL TRATO SOCIAL – CALIDEZ
La calidez en el trato es valorada, incluso sobreactuar la empatía y la adulación son prácticas permitidas y aceptadas porque se valora el interés en hacer sentir bien al otro, aunque se haga de una manera exagerada. El modo es el envase del mensaje, lo cortés y lo agresivo van a definir cómo llega ese contenido que estamos expresando. No hay excusa para usar el mal modo, porque el único que se daña es el que manda el mensaje. 

EL PODER DEL MODO EN LA COMUNICACIÓN – MODO
Comunicar con preguntas garantiza el modo amable y abierto y permite que el otro lo decodifique según sus propios esquemas para lograr incorporarlo. En cambio, si es un mensaje invasivo, estricto, dirigido al cambio en la manera de pensar del otro, el mensaje solo logra levantar las defensas y justificar la perspectiva contraria. La forma en que nos dirigimos a los demás es fundamental para que el mensaje sea recibido adecuadamente. 

EL PODER DEL NOMBRE PROPIO – NOMBRE
Nuestro nombre es la palabra más dulce que puede llegar a nuestros oídos, nada genera más reconocimiento y sentido de pertenencia que escuchar al hablar con alguien nuestro nombre. Nos sentimos presentes, importantes, considerados, y pocas cosas generan más gratitud que el escuchar nuestro nombre en la boca de otro. El simple hecho de ser nombrados valida nuestra existencia, nos hace sentir reconocidos y conectados con los demás. 

ENCUENTROS QUE CREAN VÍNCULOS – ENCUENTROS
Nada genera más vínculo que recibir en la casa de uno a comer. El miedo a dar este paso generalmente se canaliza por la idea de que la casa de uno no está preparada o no es lo suficientemente digna para recibir a determinadas personas, pero eso es un error. Siempre una casa está preparada porque el que va a la casa no va a hacer una valoración de la casa, sino que valora cuán grande es el corazón de quien lo recibe. 

LA IMPORTANCIA DE LOS ENCUENTROS – ENCUENTROS
A la hora de construir un vínculo y afianzar una relación, hay tipos de encuentros que generan más profundidad en la conexión. Lo que más vínculo genera es la comida en la propia casa, a la noche, luego en un restaurante o en un almuerzo o desayuno; después va cayendo en los encuentros en las propias oficinas y sigue por la teleconferencia, el teléfono o el simple correo electrónico. Cada tipo de encuentro suma más o menos en la construcción del vínculo. 

ACERCAMIENTO PERSONAL EN VÍNCULOS – ENCUENTROS
Es común engañarse con la idea de que el correo electrónico construye relaciones; por lo general, nos escondemos para no exponernos detrás de un mail, evitando el encuentro personal. Todo tiene que ser válido para concretar el encuentro personal. En los encuentros, primero generamos predisposición, que el otro esté contento, y luego hablamos de lo que sea. Cuanto más cercano sea el encuentro, mejor. Llamar por teléfono es más valioso que un correo, y aún mejor es visitar al otro. 

RESPETO Y AFECTO: DIFERENCIAS CLAVES – RESPECTO
El respeto se puede pedir, pero al afecto hay que ganárselo; es cierto que algunos sienten que tienen garantizado el afecto y otros sienten que lo tienen que pelear todos los días. 

FORTALEZA EN LA VULNERABILIDAD – VULNERABILIDAD
La mayor fortaleza está en la capacidad de enfrentarse y tolerar las propias debilidades, defectos e imperfecciones. 

AUTOCONTROL Y TRANQUILIDAD PERSONAL – DUEÑO DE SÍ MISMO
Ser dueño de uno mismo es tener autocontrol y la tranquilidad en el manejo de una habilidad o conocimiento. 

VÍNCULOS Y TOLERANCIA EN RELACIONES – VÍNCULOS
Hay cosas que se toleran, porque hay afecto y se comprenden, dentro de un vínculo pero fuera son inadmisibles; a veces la discusión pasa por el tema y en realidad lo que no hay es vínculo. 

DAR EXPLICACIONES ES UNA DEBILIDAD – JUSTIFICARSE
Dar explicaciones que nadie pidió y justificarse sin necesidad es propio de la debilidad y de la falta de determinación. Pone en evidencia una culpa escondida que se quiere tapar. La verdad no hay que explicarla; al hacerlo, se compensa el temor a la no valoración de las ideas. Evitá entrar en situaciones donde creas que tenés que dar explicaciones que marquen una debilidad innecesaria. 

LA DETERMINACIÓN DEMUESTRA VALOR Y CONFIANZA – DAR EXPLICACIONES
La determinación y el convencimiento, con sus costos, son reconocibles, admirables y respetados. La confianza que da el no dar explicaciones, le sacan las dudas al mensaje, son una afirmación del ser, una posición de valor, y no de lástima ni de lucha por lo que uno quiere y piensa. 

PRESENTAR LA VERDAD DESDE NOSOTROS- VERDAD

 Lo redonda o filosa, unilateral, arbitraria e intolerante que sea tu verdad. Presentá tu verdad desde vos, como una perspectiva tuya: “a mi me parece esto, yo creo esto, creo en los pros y contras de esto, se juega esto”. Ser filoso y unilateral predispone mal, con una perspectiva redondeada llegamos a acuerdos y hacemos que las cosas pasen. 

LA CONFIANZA NO SE EXIGE – DEMANDAR CONFIANZA
Nunca bajo ningún aspecto puede usarse la confianza que se tuvo en uno en la intimidad en contra del otro, por enemigos que se hayan vuelto. La confianza es como el afecto, uno se lo gana, no lo puede andar reclamando. Hay que preguntarse “¿Cuál es mi capacidad para generar una relación de confianza?”. No podés acusar al otro de que no confía, no podés demandar confianza, eso se consigue. 

LA VERDAD ES MÁS VALIOSA QUE EL SECRETO- VERDAD Y CONFIDENCIALIDAD
Confiar tiene más que ver con ayudar al otro a encontrar la verdad que con ser cómplice. Hoy se valora más la confidencialidad que la verdad, hay una dictadura del secreto que va más allá del beneficio real de aquel a quien el secreto protege. La verdad que ayuda al que el secreto protege es más valiosa que la confidencialidad. 

Mis disculpas nuevamente por la confusión. Aquí está la versión corregida con las palabras clave al final del título:

COMUNICACIÓN NO VERBAL EN RELACIONES – COMUNICACIÓN
Transmitimos verbal o no verbalmente no lo que decimos sino lo que experimentamos, por eso no podemos engañar a nadie, las emociones brotan más allá del discurso.

CONEXIÓN EMOCIONAL EN EL DIÁLOGO – CONEXIÓN EMOCIONAL
Para establecer conexión con los demás, es fundamental comprender que esta conexión es más emocional que racional. Se trata de una actitud, una disposición y una apertura hacia un diálogo que construye puentes. Si partimos del deseo de tener razón en lugar de demostrar comprensión y empatía hacia los sentimientos del otro, la posibilidad de conexión se vuelve mucho más difícil. Es esencial reconocer y validar los sentimientos del otro, demostrando interés y preocupación genuina.

RESPONSABILIDAD EMOCIONAL EN LAS RELACIONES – RESPONSABILIDAD
En una relación saludable, debemos asumir la responsabilidad de cómo nuestras acciones y palabras afectan las emociones del otro. No podemos excusarnos diciendo que actuamos bien y que la reacción del otro no es nuestro problema. La responsabilidad emocional implica ser consciente del impacto que nuestras acciones tienen en la otra persona, y actuar en consecuencia para mantener un ambiente respetuoso y constructivo en las relaciones, reconociendo que nuestros actos pueden tener consecuencias emocionales en los demás.

LA VALIDEZ DE LAS EMOCIONES – EMOCIONES
Nuestros sentimientos pueden no ser agradables, pero eso no los invalida; son válidos porque tienen un significado. La palabra “sentir” comparte raíz con “sentido”, lo que implica que hay una razón subyacente que da sentido a nuestras emociones. Es importante no descartar lo que sentimos de inmediato, ya que siempre hay una razón detrás de nuestras emociones, ya sea positiva o negativa. Validar nuestras emociones nos permite comprenderlas mejor y abordar las situaciones de manera más equilibrada.

ABORDANDO RELACIONES DIFÍCILES – RELACIONES
En relaciones difíciles o muy complicadas, donde ya existe una enemistad manifiesta, es contraproducente hacer juicios globales sobre la persona, etiquetándola de manera general. Es más efectivo abordar cada una de las micro conductas, neutralizándolas con comentarios sutiles, una ligera ironía o simplemente un silencio. Perderse en juicios globales limita nuestra capacidad de actuar y nos deja bloqueados. Para manejar estas situaciones, es importante adoptar un enfoque cognitivo-conductual, abordando cada conducta individualmente. De esta manera, podemos tener la situación bajo control y dejar de sufrir embates de personas con las que parece imposible relacionarse.

LA ACCIÓN ES LA MEDIDA DEL INTERÉS – VÍNCULOS
La acción es la medida del interés. Por más que alguien te diga que algo o alguien es importante para él, si sus actos, los hechos, no respaldan con su energía esa importancia, entonces será nominal. No hay correlación entre lo que dice que le interesa y lo que realmente hace. Es lo que realmente nos interesa: las acciones que reflejan el verdadero compromiso y no solo palabras vacías. Las acciones hablan más fuerte que las palabras.

EL EFECTO NEGATIVO DE EJERCER PODER SOBRE EL OTRO DENTRO DEL VÍNCULO – VÍNCULOS
El ejercer poder de uno sobre otro en el vínculo lo deteriora, dándole un toque amargo. Al disfrutar de ese poder, se atenta contra el calor del vínculo de igual a igual. El poder en una relación puede generar distanciamiento y romper el equilibrio necesario para que el vínculo se mantenga sano. La verdadera conexión se establece cuando ambos se respetan y no se imponen mutuamente, construyendo una relación basada en la igualdad y la cooperación.

DAR Y RECIBIR – DAR
Si uno es muy dependiente del otro, puede recibir más de lo que da; en un buen vínculo, los dos tienden a dar. La protección es sinónimo de recibir (el protegido es el que recibe más de lo que da), y eso convierte al beneficiado en demandante. Es común encontrar a quienes quieren o piden lo que ellos, por su cuenta, no están dispuestos a dar. Es conveniente recibir lo que el otro tiene para ofrecer sin presionar ni exigir.

DAR IMPLICA DESPRENDERSE DE ALGO – DAR
El auténtico dar implica una actitud de desprendimiento y un querer hacerlo. El avaro junta cosas que no usa, y esto es un ancla que limita sus expectativas. El avaro solo “encanuta” y por eso se pierde el vínculo dar-recibir. Dar no solo es una acción, sino una actitud abierta y generosa que permite que los vínculos florezcan. El acto de desprenderse de lo material o emocional facilita el intercambio genuino y construye relaciones profundas.

EL DINAMISMO DEL VÍNCULO – VÍNCULOS
Las relaciones son dinámicas, sorprendentes, se construyen y destruyen, se dan por la voluntad y la libertad, no por la fuerza ni el compromiso. El dinamismo de un vínculo también se ve en el cambio de las personas a medida que éste se desarrolla; no siempre la primera impresión es lo que cuenta. Por eso, hay que evitar etiquetar a la gente. El vínculo está en constante evolución, y ese dinamismo permite que las personas crezcan juntas a través de sus experiencias compartidas.

EL VÍNCULO ES UN ESPACIO DE APRENDIZAJE – VÍNCULOS
El vínculo es un espacio de aprendizaje donde las malas experiencias pueden tomar un giro completo. Los problemas en un vínculo y sus formas de solución también son factores dinámicos; a veces conectamos con algo positivo del otro y otras veces con algo negativo, pero el vínculo es un espacio donde las heridas cicatrizan rápido, olvidando las malas experiencias, y donde las relaciones deterioradas se pueden revertir. Un buen vínculo permite el aprendizaje mutuo y la sanación continua.

DISPUTA DE COSAS EN COMÚN – RELACIONES
Es común que la dificultad para terminar un vínculo se convierta en una disputa de cosas en común, pero de cosas que no tienen mucha importancia o que no son tan graves. De todas formas, esta disputa garantiza, incluso en el conflicto, la continuidad del vínculo. Las disputas aparentemente triviales pueden ser una forma de mantener la conexión, aunque se basen en aspectos superficiales, permitiendo que ambas partes sigan en contacto por la necesidad de compartir algo en común.

FINALIZAR UNA RELACIÓN CON RENCOR – RELACIONES
Al momento de terminar un vínculo hay que tener en cuenta la diferencia entre ser rencoroso y aclarar los costos de un mal trato. No es lo mismo decir “¿Por qué me vas a importar si yo a vos no te importo?” desde un lugar de rencor, donde lo que queremos es herir al otro o creernos superiores, que hacerlo con la intención de marcar un punto de igualdad de condiciones. Este tipo de claridad ayuda a cerrar el ciclo de manera constructiva.

EL DUELO SANO DE UNA RELACIÓN – RELACIONES
El duelo sano de una relación que terminó se basa en la capacidad de atesorar los aspectos positivos y los lindos momentos que la relación dejó, y aceptarlos como un buen capítulo de la vida. Al incorporarlos a la propia historia, podremos valorar cada uno de esos momentos sin tanta nostalgia o dolor de que no se vuelvan a repetir. Este enfoque permite cerrar el ciclo de manera positiva y con gratitud por lo vivido.

EL VÍNCULO COMO ELECCIÓN LIBRE – VÍNCULOS
El vínculo es una elección libre, es un compromiso libre, no un compromiso formal; y esto no lo hace el que quiere, sino el que puede. Comprometerse auténticamente con alguien, centrar la energía en el cuidado de esa persona no es tarea ni espontánea ni improvisada, se necesita un músculo espiritual y una madurez profunda que hoy en día no son fáciles de encontrar. Un vínculo auténtico requiere tiempo, dedicación y un compromiso genuino de ambos lados.

SOMOS LOS VÍNCULOS QUE ELEGIMOS – VÍNCULOS
Somos, en gran parte, los vínculos que elegimos, porque nos convertimos, en cierto sentido, a nivel pensamientos, emociones y valores, en aquellos que nos rodean. Más allá de que tus amigos o parejas sean distintos a vos, tenés que tener en cuenta que tarde o temprano te vas a parecer más a ellos y ellos a vos. Por eso es importante elegir bien con quién nos rodeamos, y con quién se rodean aquellos que queremos o están a nuestro cuidado.

VÍNCULOS ACTIVOS Y PASIVOS – VÍNCULOS
En los vínculos, lo ideal es que todas las partes tengan un rol protagónico en cuanto al cuidado y mantenimiento del vínculo y también en el transcurrir del día a día de ese vínculo —es decir, las propuestas que cada uno hace en la interacción—. Por lo general, esto no está balanceado y una de las partes asume un rol activo —es la que propone— y la otra un rol pasivo —acepta las propuestas del otro—. El rol activo es lo que uno puede hacer con el otro, mientras que el pasivo se refiere a lo que el otro puede hacer con uno.

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE UNA RELACIÓN – VÍNCULOS
El hecho de vivir en sociedad nos da una mínima capacidad para relacionarnos y para construir algunos vínculos; esto nos puede hacer pensar que somos especialistas en relaciones o que ya sabemos algo que en realidad estamos muy lejos de manejar con dominio y maestría. Relacionarse bien es complejo. Construir un vínculo profundo no es fácil; es una conexión que necesita ser pensada y para la que, además, es necesario desarrollar un grupo de virtudes que la sustenten y profundicen.

LA MADUREZ EN EL VÍNCULO – VÍNCULOS
El hecho de cuidar, de tolerar, de poner límites, de saber hasta dónde malcriar o hasta dónde compartir la intimidad, son asuntos complejos donde no hay recetas mágicas, donde se necesita madurez para hacerlo bien. Lo que sí está claro es que un vínculo profundo es un vínculo pensado, no improvisado ni librado a la espontaneidad del azar. No se trata nada más que de sentir y fluir en las emociones espontáneas, sino de pensar y analizar el vínculo de pensarlo, para que sea una relación con sustento.

NOTAS DE UNA RELACIÓN MADURA – VÍNCULOS
Algunas notas de una relación madura son la capacidad de construir un código propio, único y original, poder bromear en buen plan, verse seguido y compartir momentos —especialmente compartir la comida—, la complicidad, la confianza en los secretos y la libertad para hablar sin sentirse juzgado. Una relación madura está marcada por la confianza mutua y la disposición de cada parte para ser genuina, respetuosa y abierta en sus interacciones.

VALIDAR LA CALIDEZ EN UN VÍNCULO – VÍNCULOS
Las bromas son un elemento central en los vínculos; son una de las maneras más claras de validar si un vínculo es bueno y sano o si no. Para bromear con el otro se tiene que conocer sus límites y saber apreciarlos, jugar y tocar la fibra del humor —que siempre es un desafío y una habilidad—. Al ver a dos o tres bromeando entre ellos y riendo tenemos la certeza de un buen vínculo.

LAS BROMAS COMO HERRAMIENTA DE VÍNCULO – VÍNCULOS
Además de tomar este rol de diagnóstico, la broma también es un tratamiento: podemos construir vínculos basándonos en las bromas. Si alguien me pregunta cómo hacer para construir un vínculo rápido, sin duda sugeriría que empiece por hacer bromas; pero no cualquier tipo de broma, sino las positivas —hay bromas positivas y negativas—. Las bromas negativas toman tono de burla, mientras que las positivas son una forma de adulación. Una broma positiva unidireccional es el primer paso para entablar un vínculo.

BROMAS NEGATIVAS Y POSITIVAS – VÍNCULOS
Para hacer las bromas negativas el vínculo tiene que estar bien establecido, porque se juega al límite. Al jugar con bromas negativas hay un mínimo riesgo de que al otro le caigan mal, pero el colágeno de un vínculo consolidado amortigua cualquier susceptibilidad y encamina la interpretación de la broma en buen plan. Las bromas positivas, el exagerar lo bueno del otro, son inofensivas y siempre caen bien; construyen vínculo con gran facilidad.

EL JUEGO EN EL VÍNCULO – VÍNCULOS
La capacidad de jugar es compatible con la seriedad y con la madurez. El juego ayuda a bajar el nivel de dramatismo y a amortiguar el contacto con la realidad; sin juego el mundo es dramático. Cuando jugamos, los errores pasan a ser simples contingencias. Las bromas hechas con soltura liberan el potencial y son una señal de estar preparado para un crecimiento. En cambio, para el que no puede jugar, las bromas son consideradas una falta de respeto.

VÍNCULO COMO ESTADO DE CONEXIÓN – VÍNCULOS
El vínculo es un estado de conexión, de estar y de saberse estando en conexión; es una consciencia de ese estado. Pensar que se tiene un vínculo con quien no se está conectado es una fantasía tan habitual como estéril. La falta de comprensión, intolerancia y la elaboración instantánea de juicios de valor son las primeras señales de desconexión.

RESPETO Y EL MIEDO A DAÑAR – ELOTRO
El respeto es un sano miedo a dañar algo que se valora y admira, especialmente a otro ser humano. La grandeza del respeto, que el miedo no baja, es la capacidad de admirar y cuidar aquello que se respeta. El miedo, que tiene, injustamente, mala prensa, es la base de gran parte de las virtudes, entre las que están el respeto y la prudencia; porque el que cuida tiene miedo a dañar, y ese miedo es sano, empático, sabio.

RESPETO COMO PROYECCIÓN DEL VALOR – ELOTRO
El miedo del respeto no tiene que confundirse con un miedo a ser dañado, el miedo del respeto es a dañar al otro. Esta actitud es central y empieza a tomar forma desde la niñez. Por eso es necesario que se le preste atención desde lo más básico: el hogar. Al entrar a la etapa escolar, por ejemplo, ya está condicionada por las características de la relación familiar —es un poco tarde para desarrollarla—.

INTERDEPENDENCIA E INDIVIDUALIDAD EN VÍNCULOS – VÍNCULOS
En los vínculos hay interdependencia, hay un respeto por la individualidad, por las diferencias, no es ni una dependencia ni una autonomía total. Si no se respeta la individualidad, el otro se vuelve un objeto, alguien de quien se dispone o se tienen derechos. Así es como empiezan los manejos, los enojos, el creer que lo que el otro hace lo hace uno mismo, el forzar al otro y el miedo a descubrir que el otro es un ser libre distinto de uno.

NO ACEPTAR LA DISTANCIA EN VÍNCULOS – ELOTRO
La no aceptación de la distancia, del Otro como distinto, lleva a la idealización o la descalificación. Al idealizar al otro, lo convertimos en la mejor versión que nosotros mismos proyectamos en ella, desnaturalizándola en su humanidad vulnerable. Se proyectan las propias fantasías y expectativas no resueltas; la idealización es una idealización encubierta de uno mismo, es un narcisismo proyectado.

IDEALIZACIÓN Y DESCALIFICACIÓN EN RELACIONES – ELOTRO
La descalificación es también la proyección en el otro de lo rechazado en uno mismo, la falta de autoestima que el otro nos refleja. Aparecen entonces la bronca, la intolerancia y la exigencia, que obligan al otro a ser medido por una vara que no es la de él. Criticamos y juzgamos en tanto sentimos que somos criticados y juzgados. El que trata a los otros como tontos muestra su propio complejo de serlo.

LA INDIVIDUACIÓN DENTRO DEL VÍNCULO – VÍNCULOS
Definirnos por lo que hace y dice otro es parte de la falla del proceso de individuación, falta de madurez, y gran parte de los problemas tanto mentales como de relación viene por esta falta de madurez. Al no haber distancia, lo que él hace el otro, lo hago yo, nos volvemos responsables de lo que el otro hace o deja de hacer, o pretendemos como propios lo que el otro logra o no.

FALTA DE MADUREZ EN RELACIONES – VÍNCULOS
Le exigimos al otro que cambie porque al creer que ese otro es parte de nuestro ser, nos sentimos con la responsabilidad. En el otro extremo, la desconexión y la distancia absoluta, que no registra la existencia del otro, se desentiende con cierto cinismo al punto de no involucrarse en absoluto. La personalidad de cada uno impacta en el vínculo; vivir el mundo como una amenaza, que descalifica y desprecia, experimenta soledad y busca en cualquier situación validar ese desprecio.

LA IMPORTANCIA DE MANTENER DISTANCIA – RELACIONES
En la distancia óptima cada uno puede dar lo mejor de sí, por eso hay que cuidarla, y llegado el caso poner límites. Mantener una distancia óptima con los demás es la condición básica para poder respetar su individualidad y su originalidad y para lograr el respeto de las diferencias, las expectativas, la autonomía, la autenticidad, los tiempos, las capacidades e historias, tanto propias como ajenas.

DISTANCIA ÓPTIMA EN LAS RELACIONES – RELACIONES
Toda relación tiene su distancia óptima, y en cada una es diferente, con el jefe, con los socios, los colaboradores, hermanos, pareja, amigos, entrenador o la relación que sea.

LAS DIFERENCIAS EN LAS RELACIONES – DIFERENCIAS
Las diferencias, las convicciones y gustos diferentes, nos atraen al principio, son novedad, las vemos como valiosas, sentimos que nos complementan, y con el tiempo esa capacidad de valorarlas baja, y al ver al otro desde un lugar más real, menos idealizado, esas diferencias caen en la descalificación. La relación depende del tiempo que se den las partes en aceptar, comprender y valorar las diferencias, y no en una lucha encarnizada tratando que el otro sea distinto, o que sea lo que no es.

RESPETAR LAS DIFERENCIAS EN RELACIONES – DIFERENCIAS
La madurez es respetar la identidad y la libertad del otro sin moldearlo a nuestro gusto ni forzarlo. El que respeta las diferencias puede escuchar con interés al otro sin necesariamente estar de acuerdo, y desde ahí puede llegar a acuerdos comunes, sin la necesidad de pensar igual. Llegar al acuerdo conveniente sin tener que cambiar al otro es una habilidad que trae la paz del que no se toma las cosas a modo personal.

AUTONOMÍA Y RESPETO EN RELACIONES – DIFERENCIAS
Al reconocer al otro como autónomo, que no se maneja mal, sino distinto, al respetarle su libertad y su esquema mental bajamos la agresividad y la violencia. Si no podés respetar las diferencias tomá distancia hasta que lo puedas hacer.

PONER EN CONTEXTO LA EMOCIÓN – VÍNCULOS
A veces la susceptibilidad lleva a que nos sintamos usados, y hay que poder poner en contexto esa emoción. Puede ser que nadie te esté usando, que estés en el dar y recibir de una relación natural donde le conviene a las dos partes. Puede ser también que en este momento estés dando más de lo que recibís pero igual en la ecuación te siga convenciendo porque recibirás en el futuro, o no pero en función de lo que construiste hasta hoy te toca esta situación.

ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN EN VÍNCULOS – VÍNCULOS
Igualmente si te sentís usado y tenés alternativas válidas y crees que ya hiciste este análisis, pues también podés salir de ese lugar, no estás obligado a estar adonde no querés.

SER INDIFERENTE ANTE LAS DIFERENCIAS – DIFERENCIAS
No le atribuyas mala intención al que no piensa como vos. El que no piensa como yo es tonto, mal informado, o mal intencionado.

DIFERENCIAS EN BASE A PRIORIDADES – DIFERENCIAS
Los valores son todos valiosos, pero hay valores que tienen que ver con el cuidado del otro y otros vinculados al desarrollo de la confianza. Los de cuidado son la justicia, la seguridad, la protección, y los de confianza son la iniciativa, la autonomía, la libertad, la oportunidad. En función del ordenamiento de estos valores, de sus prioridades, va a salir un perfil con una lógica más de izquierda si se priorizaron los de cuidado, y si se priorizaron los de confianza, el perfil tendrá una lógica más de derecha. Por eso son injustas las discusiones ideológicas, porque cada uno cree que el otro defiende antivalores, cuando en realidad solo prioriza otros valores. Los de cuidado valoran más la historia y los derechos, en cambio los de derecha valoran más el futuro y la propiedad.

VÍNCULO DE VALOR EN EL TRABAJO – RELACIÓN LABORAL
Un vínculo de valor es un vínculo inteligente donde el aporte de valor es recíproco y en un clima de confianza. La prioridad no es la confianza, es el valor, pero la confianza tiene que estar, es una condición. Si crees que la parte importante es la confianza, entonces vas a volverte un complaciente incondicional. Anda a donde aprendas más y te paguen más, adonde te valoren, pero factura el valor, no la confianza. Se paga lo que se quiere retener, lo que se valora.

DIFERENCIA ENTRE RELACIONES PERSONALES – RELACIONES LABORALES
Las relaciones de negocios son diferentes de las relaciones personales, aunque guardan cosas en común. En los negocios defendés tus intereses respetando el de los demás, mientras que en las personales defendés el interés del otro respetando el tuyo. Por esto hay que ser firme en las relaciones de negocios y suave en las personales.

SEPARANDO LAS RELACIONES LABORALES – RELACIONES LABORALES
Separemos la idea de las relaciones personales de las relaciones laborales o de negocios, como si fueran de naturaleza distinta, y si bien en algún punto lo son, no dejan de ser relaciones entre personas. Además, a la hora de trabajar se ponen cosas en juego que se dan en otras situaciones; se mezclan las capacidades, los intereses, las visiones, y las habilidades sociales que teníamos se tensan y se ponen a prueba.

LA VERDADERA CONFIANZA EN LOS NEGOCIOS – RELACIONES LABORALES
Si hacemos esa separación, la tolerancia, el respeto, el cariño y la paciencia entran en otra dimensión; aparecen la verdadera confianza en el otro y la valoración profunda; se empieza a ver un afecto basado en el creer en el otro, no solo en quererlo. A partir de esa separación surge un conocimiento del otro y de uno mismo que vale la pena rescatar. Si lo resumimos en una palabra, es al trabajar donde realmente conocemos al otro y donde se valida la valoración auténtica en la aceptación del otro.

LA ALTERIDAD EN LAS RELACIONES HUMANAS – EMPATÍA
La alteridad es la celebración del otro, del encuentro; es la predisposición a descubrir que el otro es bueno porque es un otro, y no por lo que hace, siente o piensa; es lograr que ese otro importe y no desentenderse de él. Es ver el valor de la persona humana antes de etiquetarlo con cualquier otra característica. La alteridad bien lograda tiene una devoción por cualquier otro ser humano por el solo hecho de serlo.

CONSIDERAR AL OTRO COMO SUJETO – ELOTRO
Si podés conectar con lo que alguien es, piensa y siente, entonces es un Otro, es un sujeto. Si no se puede entablar esa conexión, entonces es simplemente un objetivo y, a lo mejor, un objeto para nuestra utilidad. Es fácil creer que el hecho de considerar a los demás como objetos es más cómodo y práctico. La realidad es, en cambio, que vivir con esa creencia es una forma de desnaturalización del otro; tiene más que ver con una forma de insensibilidad que con una forma de inteligencia práctica.

NO CAMBIES AL OTRO FORCEJEANDO – ELOTRO
No es conveniente invertir tanta energía en hacer que el otro sea distinto porque no somos nosotros los responsables de su cambio. Es el contexto, el ambiente, las circunstancias lo que hace que cambiemos; y es violento y amenazante forzar o acelerar el cambio del otro. Es mejor acompañar y hacer sugerencias, pero manteniendo la distancia. Si no queda otra opción, es preferible alejarse antes que forzar. Cambiar al otro no es nuestro papel.

ACEPTAR AL OTRO TAL COMO ES – ELOTRO
Si queremos estar con cierta persona, es preferible enfocarnos en contemplarla y disfrutarla como es. Que tu “buena” expectativa de que cambie para mejor, la intención de cambiar al otro, que puede venir de una idealización, no invada al otro con tus ideas y tiempos. Hay que ver al otro como realmente es. Si no podemos disfrutar de su compañía sin la necesidad de querer cambiarlo, debemos dar un paso al costado.

NO MEDIR EL AFECTO POR EL CAMBIO – ELOTRO
Hay que evitar caer en el error de medir el afecto de los demás en base a su disposición o no a cambiar por nosotros. Es una manera de forzar el cambio, de no respetar la libertad del otro y, hasta cierto punto, de extorsionarlo. La verdadera relación no depende de la transformación del otro, sino del respeto por su individualidad y la aceptación de su capacidad de decidir por sí mismo.

ETIQUETAR LIMITA AL QUE ETIQUETA – ELOTRO
Etiquetar al otro, encasillarlo en una idea o característica, es meterlo en una cárcel, es injusto. Somos mucho más de lo que se ve de nosotros y de lo que nosotros mismos vemos de nosotros. Las etiquetas solo le dan seguridad al que las pone, pero no le permiten acceder al gran potencial de expansión propio de las diferencias y de lo individual de cada uno. Limitamos nuestro crecimiento con etiquetas autoimpuestas.

VÍNCULO: COMPARTIR NUESTRO MUNDO CON OTRO – VÍNCULO
El vínculo es un compartir nuestro mundo con un otro, es algo que se construye y se merece, en base al compromiso, la comprensión y la contención. Es un lugar donde podemos hablar de todo sin sentirnos juzgados, donde nos permitimos ser más reales y vulnerables. Compartir nuestros pensamientos, emociones y vivencias fortalece la conexión, creando un lazo auténtico basado en el respeto mutuo y la aceptación de lo que cada uno aporta.

VÍNCULO: ESPACIO DE COMUNIDAD Y RESPETO – VÍNCULO
El vínculo define un diálogo, un ambiente en el que se pueden compartir verdades. El vínculo es un espacio donde estamos juntos pero cada uno mantiene y respeta su individualidad, no hay una disolución de la persona en el vínculo. Hay una distancia sana que nos hace ver a los demás como alguien distinto, donde los sentimos, los pensamos, generamos hipótesis sobre ellos y se las compartimos para ayudarlos a entenderse; y es un espacio donde todo es recíproco.

EL VÍNCULO ES COMUNICACIÓN – VÍNCULO
En el vínculo no es importante la comunicación porque, justamente, el vínculo “es” esa comunicación que se tiene con los demás; no hay vínculo por fuera de la comunicación. La interacción, el entendimiento mutuo y la conexión profunda se basan en cómo nos expresamos y nos escuchamos. El vínculo real se construye a través de una comunicación sincera y continua, donde ambas partes se sienten escuchadas, comprendidas y aceptadas en sus pensamientos y sentimientos.

SOMOS EL RESULTADO DE NUESTROS ESTÍMULOS – ELOTRO
Somos el resultado de nuestros estímulos; por eso nos encariñamos y queremos a aquellos que frecuentamos. La cercanía y las experiencias compartidas juegan un papel fundamental en la formación de los lazos afectivos. Las personas que nos rodean, las interacciones y las vivencias en común nos moldean, creando conexiones emocionales que dan forma a nuestra percepción de ellos y a la manera en que valoramos el vínculo. Este proceso influye en nuestra capacidad de querer y cuidar a los demás.

SENTIDO DE PERTENENCIA: CONTENCIÓN RECÍPROCA – VÍNCULOS
El sentido de pertenencia es la búsqueda de ese espacio de contención recíproca del grupo, donde se contiene y se es contenido. Es en ese ambiente seguro y acogedor donde cada miembro puede expresar sus emociones, pensamientos y deseos sin temor al juicio. La pertenencia es un acto de reciprocidad, en el que el cuidado y apoyo mutuos fortalecen el vínculo, creando una relación de confianza y apoyo constante que nutre el bienestar de todos los involucrados.

CADA VÍNCULO ES ORIGINAL Y ÚNICO – VÍNCULOS
Cada encuentro es nuevo, único, original y especial. Cada relación es única y singular porque no hay un individuo igual a otro; cada uno tiene su tiempo y su historia y se forma gracias a distintas oportunidades y bajo circunstancias diferentes. Además, los encuentros son complejos, no son fáciles. Esa complejidad es el resultado del encuentro: es una multiplicidad de complejidades propias de cada ser humano que forma parte del encuentro. Cada vínculo refleja la diversidad y riqueza del ser humano.

RESPONSABILIDAD EMOCIONAL EN EL VÍNCULO – VÍNCULOS
Somos responsables de las emociones que generamos en el otro, no podemos desentendernos. Nos interrelacionamos al punto de que tenemos que hacernos cargo de la imagen que proyectamos y generamos en los demás —esto no implica perder nuestra identidad ni invadir la del otro. Nos influenciamos pero tampoco es que nos apoderamos del otro. Estamos conectados e incidimos e impactamos unos en otros y debemos ser conscientes de eso, considerando siempre cómo nuestras acciones afectan a los demás.

LOS VÍNCULOS SANOS NO SON DESINTERESADOS – VÍNCULOS
La expectativa de que los vínculos sanos son totalmente desinteresados es un error. Este tipo de confusiones lleva a que no se sepa cuidar ni desarrollar los vínculos. Ideas como “El interés es malo y el altruismo es bueno” pueden distorsionar el comienzo de las relaciones. Construir un vínculo, mezclar la amistad, los afectos y las relaciones con beneficios genera rechazo y parece aberrante. Somos seres humanos que necesitamos y nos beneficiamos de los vínculos, tenemos expectativas y no está mal.

SI NO PEDIMOS, PERDEMOS – VÍNCULOS
Al no querer esperar nada del otro, especialmente lo que el otro se siente cómodo en dar, no vas a ver todo lo que el otro está dispuesto a dar y vos te estás privando de recibir. La gente tenía muchas más ganas de dar de lo que nosotros esperábamos, nos las perdimos por no preguntar/pedir. Es importante pedir lo que necesitamos, ya que muchas veces el otro está dispuesto a ofrecerlo, pero nosotros no sabemos cómo abrir esa puerta.

VÍNCULO COMO MEDIO DE VALOR – VÍNCULOS
El vínculo es un medio para agregar valor, no es una plataforma para consolidarlo y protegerlo. El dar, en el vínculo, es el valor. Valor y vínculo siempre están, pero el 80/20 se puede distribuir de diferente manera. Se puede tener una estrategia para vivir de las migas de la protección que genera un vínculo o del agregado de valor que brinda estabilidad. La verdadera riqueza de los vínculos radica en el valor compartido, no solo en la protección.

RECIPROCIDAD EN EL VÍNCULO – VÍNCULOS
El vínculo se construye en la reciprocidad, en el compromiso por satisfacer mutuamente las necesidades del otro. La satisfacción o insatisfacción de necesidades prioritarias pone a prueba los vínculos y sus afectos. En el cuidar y ser cuidado se puede ver el afecto profundo y genuino del vínculo. Este cuidado mutuo va desde las necesidades más básicas hasta las más trascendentes. La idea de una relación angelical donde uno da sin esperar nada a cambio es utópica.

DAR Y RECIBIR EN EL VÍNCULO – VÍNCULOS
Cada uno, por su naturaleza, aporta algo distinto pero con la misma intención de proteger y conservar el vínculo. En el vínculo se da y se recibe, pero las cosas no vuelven por el mismo lugar, no recibimos por donde dimos. De todas formas, al dar, abrimos las puertas para un futuro recibir y viceversa. Así, las dos partes se sienten acompañadas y se aceptan más allá de sus limitaciones, sin llevar un conteo estricto de lo que cada uno da.

DAR Y RECIBIR POR IGUAL – DAR
La sensibilidad y receptividad recíproca tiene un interés compartido que implica dar y recibir, y que sienta las bases de una relación sana y duradera. Si uno sólo da y el otro sólo recibe, esa relación es destructiva por la falta de acción frente al registro de las necesidades del otro. En una relación respetable no le hacemos al otro lo que no queremos que nos hagan; en un vínculo sano le hacemos al otro lo que sí nos gustaría que nos hagan.

MANTENER LA DISTANCIA ÓPTIMA – DISTANCIAÓPTIMA
No es fácil mantener la distancia óptima en una relación. La reciprocidad del dar y recibir a veces se vuelve tan ciega e incondicional que la falta de proporción puede traer consecuencias nefastas. Así como las virtudes pueden ocultar vicios, los vicios se esconden en las virtudes. Dar sin medida, ser incondicional, generoso y abnegado sin considerar las consecuencias puede llevar a una desgarradora ingratitud, o incluso ser visto como una traición.

EN LA ADRENALINA SURGEN LAS RELACIONES – RELACIONES
Frente a una situación de peligro tenemos el famoso fight, flight or make friends. Es decir que podemos correr, pelear o hacer amigos.

INSPIRACIÓN: CÓMO INFLUYEN LOS DEMÁS – VÍNCULOS
En la inspiración, nos damos cuenta de cómo el entorno, especialmente las personas que nos rodean, nos influye. Lo social no solo implica entender la importancia del otro desde la perspectiva de que nos necesita, sino también reconocer cuánto necesitamos a los demás.

LA INCERTIDUMBRE DIFICULTA EL VÍNCULO – VÍNCULOS
La incapacidad de dudar o de moverse en la incertidumbre genera un mecanismo defensivo que nos aleja de los demás. Los vínculos se caracterizan por la incertidumbre, ya que en ellos no sabemos cómo el otro va a reaccionar, pensar o sentir, y se construyen sobre una base de duda compartida. Sin embargo, si no podemos manejar esta incertidumbre en nuestros vínculos, adoptamos una postura defensiva que nos hace parecer agresivos, sabelotodos o distantes.

LA DESCONFIANZA AL NO ACEPTAR EL ERROR – VÍNCULOS
La desesperación por la certeza puede llevarnos a comportarnos de manera excesivamente controladora, similar a un salvavidas que intenta salvar a una persona ahogada. En su desesperación, la persona en peligro se aferra al salvavidas y puede incluso llegar a ahogarlo. Esta situación ilustra cómo la incapacidad de tolerar la incertidumbre arruina nuestras relaciones. También nos hace conscientes de cómo la incapacidad de dudar o de enfrentar la incertidumbre nos provoca ansiedad y desconfianza en nosotros mismos.

SATISFACER CON DIFERENTES ALTERNATIVAS – RELACIONES
La capacidad de satisfacer una misma necesidad o deseo con diferentes alternativas es esencial. Esta habilidad es crucial en la negociación y en las relaciones interpersonales, permitiendo que las personas se adapten a diferentes circunstancias sin quedar atrapadas en sus propios caprichos. A través de esta flexibilidad, se pueden evitar tensiones innecesarias y encontrar soluciones mutuamente beneficiosas en cualquier tipo de relación, mejorando la calidad de las interacciones y la convivencia.

CAMBIAR A LOS DEMÁS EN RELACIONES – VÍNCULOS
Cuando se trata de convivir con personas que la vida pone en tu camino de manera inevitable, como relaciones familiares, no tiene sentido tratar de cambiarlos. Las relaciones familiares deben aceptarse tal como son, con todas las diferencias. Sin embargo, en las relaciones elegidas, es posible intentar ayudar a la otra persona a mejorar, pero siempre con cariño y amabilidad. Si las diferencias son grandes y el cambio es costoso, es preferible, en algunos casos, tomar distancia para preservar la paz.

AUTONOMÍA EN LAS RELACIONES – VÍNCULOS
La autonomía en las relaciones, especialmente en la amistad, implica no depender excesivamente de los demás ni permitir que los demás dependan de nosotros. En el ámbito de los negocios, es esencial desarrollarse de manera independiente, evitando involucrarse demasiado en las expectativas ajenas. Muchas veces, nuestra dependencia de los demás nos lleva a imponerles nuestras expectativas, lo cual puede distorsionar la interacción. Aceptar la autonomía mutua es vital para una relación sana y equilibrada.

CONVICCIONES O ESTATUS EN VÍNCULOS – VÍNCULOS
En las relaciones, debemos cuestionarnos si actuamos según nuestras convicciones o por la búsqueda de estatus y poder. Es fundamental reconocer cuánto de nuestras acciones está influenciado por lo que realmente valoramos y cuánto por las expectativas de los demás. A medida que maduramos, entendemos que las presiones sociales pueden afectar nuestra identidad. El desafío es encontrar el equilibrio entre mantener nuestras convicciones y adaptarnos a las percepciones ajenas, sin perder lo que realmente nos define.

CÍRCULO VICIOSO ENTRE GÉNEROS – RELACIÓN HOMBRES MUJERES
En las relaciones entre hombres y mujeres, frecuentemente surge un círculo vicioso que, cuando no se entiende, intensifica las diferencias y provoca actitudes radicales, enfrentadas y defensivas. Cuando existe una diferencia de opiniones, si una mujer se siente descalificada o ignorada, puede experimentar miedo e impotencia, lo que con frecuencia se transforma en enojo y agresividad. Este malentendido mutuo genera un ciclo de conflicto y frustración, alejando a ambos y dificultando la creación de una relación armoniosa.

TODO VÍNCULO IMPLICA UN RIESGO – VÍNCULOS
La dificultad para conectar suele llevarnos al aislamiento. Los vínculos, aunque enriquecedores, también nos comprometen, exigen y consumen nuestra energía. Estar en una relación implica un riesgo: al exponernos, podemos salir perdiendo, sentirnos defraudados o lastimados. Por ello, es clave aprender a gestionar los límites con los demás, permitiendo compartir sin quedar atrapados o sentirnos forzados. El equilibrio en las relaciones es esencial para no perder nuestra autonomía mientras conectamos con los otros.

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