EL PODER DE LA COMUNICACIÓN NO VERBAL – MINDSET
La comunicación no verbal tiene un impacto profundo en cómo se perciben las necesidades, intereses y contradicciones de los involucrados. Las señales no verbales, como las pausas, actitudes y gestos, pueden decir más que las palabras. Es esencial ser consciente de estos detalles para comprender mejor a las otras partes y ajustar nuestras propias respuestas. La habilidad para interpretar correctamente la comunicación no verbal aumenta la eficacia de las negociaciones y las interacciones interpersonales.
LO QUE TRANSMITES, NO DICES – MINDSET
No es tanto lo que dices, sino lo que realmente transmites. A menudo, nuestras palabras pueden ser interpretadas de manera diferente según el lenguaje corporal y la energía que transmitimos. La autenticidad y la congruencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos es fundamental para transmitir confianza y credibilidad. Lo que se percibe de nosotros es más poderoso que cualquier palabra que podamos decir, por lo que es crucial mantener una alineación interna y externa en todas nuestras interacciones.
CONQUISTA ESPACIOS DE COMUNICACIÓN
Todo fluye cuando sabemos crear o encontrar buenos espacios de comunicación, y se estanca cuando nos quedamos afuera, juzgando, criticando o quejándonos de lo que alguien hace dentro de un espacio en el que no estamos participando. Muchas veces, en lugar de darnos cuenta de que necesitamos conquistar ese espacio para ser parte y proponer soluciones, nos quedamos como analistas externos, sin asumir la responsabilidad de entrar.
Siempre hay mil razones para justificar por qué no estamos ahí: que no nos dejaron, que no nos invitaron, que es cosa de un jefe o de otro sector. Pero, en mi experiencia, la mayoría de los problemas vienen de espacios de comunicación cerrados, donde alguien, en lugar de entrar y ser parte, se queda afuera criticando.
Si la situación no fluye y no estás cómodo, eso ya es razón suficiente para buscar cómo entrar. Encontrá la manera, arbitrando los medios necesarios, porque solo participando vas a lograr que las cosas se encaminen para el bien de todos. La clave está en no quedarte afuera y en asumir el protagonismo de ser parte activa de la solución.
PODER DE LA COMUNICACIÓN: EVOLUCIÓN
Hace 30 años, el poder residía en la experiencia; hoy, está en la capacidad de comunicar. La comunicación ha superado a la experiencia, que solo tiene valor si contribuye a la habilidad de comunicar. En el contexto actual, saber comunicar es más importante que poseer experiencia, ya que la comunicación da vida a nuestras ideas, pensamientos y deseos. Sin una estrategia de comunicación efectiva, incluso el mejor producto pierde su impacto y potencial.
LA COMUNICACIÓN ATRAVIESA EL PROCESO
La comunicación es el eje central que atraviesa el entender, decidir y ejecutar. Desde la comprensión de un problema hasta la implementación de soluciones, cada paso del proceso depende de cómo se comunica la información. La claridad en la comunicación facilita el entendimiento mutuo, mejora la toma de decisiones y asegura que la ejecución se realice de manera coordinada y efectiva. Sin una comunicación adecuada, incluso los mejores planes y proyectos pueden fracasar.
COMUNICACIÓN ABIERTA: VISIBILIDAD Y CLARIDAD
La comunicación abierta está estrechamente vinculada a la exposición. Proporciona visibilidad, claridad y transparencia en la gestión, asegurando que las decisiones finales sean consensuadas y los logros sean reconocidos adecuadamente. Esta forma de comunicación no solo fortalece la confianza, sino que también garantiza que las acciones y decisiones sean entendidas por todos, contribuyendo a una gestión más efectiva y alineada con los objetivos del equipo. La transparencia es esencial para generar un ambiente de confianza.
LA VERDAD EN LA COMUNICACIÓN
La comunicación abierta refleja integridad personal. Es la capacidad de compartir mi verdad sin secretos, ya que es tan clara y transparente que puede expresarse públicamente. Esta habilidad de hablar de forma tranquila y segura frente a muchas personas es fundamental para un buen líder. El líder que se comunica abiertamente demuestra su capacidad para conectar con su equipo, sin ocultar nada, y construye una relación basada en la confianza mutua y el respeto.
SIN MIEDO: COMUNICACIÓN HONESTA
La comunicación abierta fluye sin miedo, ya que lo que se dice es verdadero y bien intencionado. No hay necesidad de esconder o guardar información por juegos de poder. Es la comunicación que prefiere compartir en lugar de acumular, y que proviene de alguien que tiene confianza y seguridad en sí mismo. Este tipo de comunicación es clave en el liderazgo, pues permite que las ideas sean discutidas y debatidas de manera libre y transparente, fortaleciendo al equipo.
LIDERAZGO Y COMUNICACIÓN ABIERTA
El liderazgo se define por la capacidad de comunicarse de forma abierta. Un líder que se expresa con transparencia, espontaneidad y sinceridad demuestra fuerza, valentía y carácter, ganándose el respeto y la admiración de su equipo. La comunicación abierta no solo mejora el ambiente de trabajo, sino que también refuerza la autoridad del líder. Cuanto más abierta y honesta es la comunicación, más sólido es el liderazgo, creando un espacio donde las ideas y perspectivas pueden ser compartidas sin reservas.
SINERGIAS Y COMUNICACIÓN ABIERTA: RACIONALIDAD
La sinergia se fundamenta en la comunicación abierta. Quien comunica abiertamente confía en sus ideas, pero también sabe que necesita validación para aumentar su racionalidad. A través de la sinergia, las ideas se hacen más racionales, pues se despejan de las emociones. Al compartirlas o comentarlas con otros, salimos del sesgo subjetivo, lo que nos permite ver las ideas desde una perspectiva más objetiva. Un grupo sinérgico ayuda a moldear y mejorar la calidad de nuestras ideas.
COMUNICACIÓN CERRADA: FANTASÍA DE PODER
La comunicación cerrada ocurre a escondidas, entre dos personas, excluyendo a los demás. Este tipo de comunicación informal, como el chisme o el “radio-pasillo”, impide la validación de ideas y las deja estancadas, sin la oportunidad de crecer. Al no compartir las ideas, estas se debilitan. Además, crea una falsa sensación de poder, basada en la posesión de información confidencial. La verdadera información valiosa es la que puede ser compartida, validada y utilizada colectivamente.
INSEGURIDAD EN LA COMUNICACIÓN CERRADA
La comunicación cerrada esconde una profunda inseguridad. Aquellos que no se atreven a comunicar abiertamente lo que piensan suelen disfrazar su duda con una convicción rígida. Este tipo de comunicación refleja un miedo subyacente: la duda sobre la certeza de lo expresado. No se valida ni se comunica abiertamente porque hay un temor a la incertidumbre o a ser refutado. Este comportamiento genera una falta de confianza y bloquea el flujo de ideas constructivas dentro del grupo.
DUDA Y CONVICCIÓN: LA NECESIDAD DE COMPARTIR
Es saludable dudar de nuestros pensamientos cuando no podemos compartirlos. Aquellos pensamientos que nos escondemos, ya sea por vergüenza o miedo, contienen algo que no estamos dispuestos a confrontar. Aunque mostremos convicción hacia afuera, dentro de nosotros puede existir una profunda duda. En cambio, cuando podemos compartir lo que pensamos, no significa que siempre tengamos razón, sino que estamos dispuestos a hacernos responsables de nuestras ideas y abiertos a ser corregidos si es necesario. El pensamiento sano es el que se puede compartir.
FLUJO DE INFORMACIÓN: DINÁMICA DE GRUPO
La dinámica de un grupo está profundamente influenciada por el flujo de información. Cuando la información circula libremente, el equipo se siente protagonista, aumentando su previsibilidad y fortaleciendo el sentido de pertenencia. Por el contrario, cuando se percibe que un grupo cerrado está reteniendo información, surgen sensaciones de miedo, preocupación y amenaza. Esto alimenta la comunicación informal y los rumores, creando divisiones. Hacer fluir la información abiertamente contribuye a un ambiente de colaboración y confianza, donde todos se sienten parte del proceso.
COMUNICACIÓN ABIERTA: SEGURIDAD Y COLABORACIÓN
Hacer fluir la información de manera abierta es esencial para un ambiente de colaboración seguro. Al compartir la información de manera transparente, todos los miembros del grupo se sienten al tanto de lo que ocurre y pueden actuar de manera informada. Esta práctica fortalece la unidad, el compromiso y la seguridad dentro del grupo, creando una dinámica de cooperación. En lugar de generar inseguridad y rumores, la comunicación abierta fomenta un sentido de comunidad y apoyo mutuo.
ESTRUCTURAS JERÁRQUICAS: LIMITACIÓN DE SINERGIAS
La estructura jerárquica tradicional en las organizaciones, donde el jefe tiene el poder y la comunicación no fluye, limita la sinergia y la creatividad. En estos modelos, el estatus del organigrama impide que las ideas se compartan de manera libre, ahogando la innovación. Las ideas mueren dentro de esta estructura rígida, y las oportunidades de crecimiento quedan bloqueadas. Las organizaciones modernas, en cambio, fomentan la libre circulación de información y ideas, independientemente del cargo de la persona.
COMUNICACIÓN ABIERTA: FOMENTO DE IDEAS
En organizaciones modernas, la estructura está orientada a la organización del trabajo y la toma de decisiones, pero no corta el flujo de información ni de ideas. Este enfoque promueve la comunicación abierta, donde todos los miembros, sin importar su rango, pueden expresar sus opiniones sin miedo. Los líderes no solo permiten este intercambio de ideas, sino que lo fomentan activamente, creando un ambiente donde la comunicación fluida y la colaboración transversal son esenciales para el éxito colectivo.
LÍDERES Y ESPACIOS DE CONTENCIÓN
Un buen líder crea un espacio seguro para que todos se expresen, incluyendo a aquellos que son tímidos o introvertidos. Cuando las personas se sienten seguras, se abren y comparten sus ideas. Esta seguridad es proporcionada por el líder, quien, con su capacidad de escucha activa, facilita que cada miembro se sienta escuchado y valorado. Así, el líder no solo facilita la comunicación, sino que también promueve un entorno inclusivo donde todos tienen voz y pueden contribuir.
LÍDERES Y COMUNICACIÓN ABIERTO
Es lógico que al líder le guste hablar, opinar y dar consejos, especialmente cuando tiene el poder para hacerlo. Sin embargo, un buen líder encuentra un balance entre lo que tiene para decir y lo que necesita escuchar, priorizando siempre lo que hay para escuchar sobre lo propio. No impone sus pensamientos, los comparte de una manera que invita a sus colaboradores a seguirlo. El líder emocionalmente inteligente sabe que compartir la información fortalece la sinergia.
USO RESPONSABLE DE LA INFORMACIÓN
El uso y manejo de la información hablan de nuestra madurez, intenciones y capacidad. La información puede ser una herramienta para construir o destruir, y a veces, se utiliza la sinceridad como escudo para manipularla. Este poder puede ser positivo o negativo, dependiendo de cómo se gestione. A través del manejo responsable de la información, un líder se gana o pierde la confianza de su equipo. La transparencia y prudencia en el uso de la información son esenciales.
INFORMACIÓN COMO PODER: CUIDADO Y PRUDENCIA
La información es un valor que da poder, pero debe usarse con inteligencia y prudencia. En ocasiones, es necesario no compartir cierta información si su divulgación perjudica al grupo. Sin embargo, algunos pueden abrazarse a la información como una forma de poder personal, actuando a espaldas del equipo y afectando el bien común. La comunicación cerrada, que genera conflictos, a menudo está basada en una mentira encubierta, donde el uso de la información especula a favor de intereses personales.
PUENTEO: FLUJO DE COMUNICACIÓN ABIERTA
El “puenteo” es cuando una persona en una jerarquía habla con alguien de mayor autoridad que el jefe, sin que este lo sepa, pasando por alto un nivel jerárquico. Este comportamiento, generalmente mal visto, se asocia a una forma de traición. Sin embargo, en una empresa sinérgica, donde la información fluye sin barreras, este acto no es necesariamente incorrecto. La verdadera falta en un entorno sinérgico es la de quienes bloquean la comunicación, no la de quienes la hacen circular.
LA PALABRA PLENA: HONESTIDAD SIN MIEDO
La palabra plena consiste en decir todo lo que pensamos sin temor a herir sentimientos, expresando opiniones incluso cuando sean controvertidas. En un equipo que trabaja con la palabra plena, se busca la verdad y la comprensión de todos los puntos de vista como válidos. Evitar compartir pensamientos por miedo a crear conflictos limita la comunicación, lo que impide llegar a acuerdos. Cuando la información no circula, se percibe ocultamiento y se pierde la oportunidad de resolver problemas y fortalecer la colaboración.
COMUNICACIÓN ABIERTO: EVITAR HIPÓTESIS ERRÓNEAS
La falta de comunicación clara entre miembros del equipo puede llevar a hacer suposiciones erróneas sobre lo que piensan los demás, creando malentendidos y obstaculizando el progreso. Fomentar la palabra plena, donde se comparten todas las opiniones, ayuda a evitar esas hipótesis y permite llegar a acuerdos más efectivos. Aunque la comunicación abierta no debe convertirse en una catarsis agresiva, la habilidad para expresar pensamientos de manera respetuosa y sin causar daño es crucial para mantener relaciones saludables y productivas.
RESPONSABILIDAD EN LA COMUNICACIÓN PLENA
La habilidad de comunicar todo lo que pensamos sin lastimar a los demás es una tarea importante en un entorno sano y respetuoso. La palabra plena resuelve muchos problemas, ya que promueve la honestidad y la claridad, mientras se mantiene el respeto. En este proceso, se demuestra la capacidad de cuidar tanto de uno mismo como de los demás. El cuidado en nuestras palabras refleja nuestra madurez emocional y nuestra capacidad de trabajar con empatía dentro de un equipo.
COSTO DE LA COMUNICACIÓN TRANSFORMADORA
La comunicación que transforma, genera impacto, construye, motiva y compromete, tiene un costo. No siempre es posible compartir solo cosas agradables. Si verdaderamente queremos construir algo significativo, debemos estar dispuestos a asumir los desafíos de la comunicación, como enfrentarnos a opiniones diferentes, desacuerdos o incluso resistencia. Sin embargo, este costo también puede generar acuerdos más tranquilos y efectivos, si se maneja de manera abierta y constructiva. Aprender a comunicar es la clave para obtener resultados.
COSTO DE NO COMUNICAR
Comunicar siempre implica un costo, pero el costo de no comunicar es, por definición, mucho mayor. Aunque la comunicación pueda generar problemas, herir susceptibilidades o traer consecuencias negativas, siempre aporta claridad, perspectiva, apertura y tolerancia. Estos beneficios son preferibles a mantener el silencio. No comunicar puede llevar a malentendidos y tensiones prolongadas. Aunque en algunos casos no se deben comunicar ciertos temas, estos deben ser la excepción, y siempre debemos aprender a comunicarnos de forma empática y respetuosa.
COMUNICACIÓN ABERTA Y EMPÁTICA
Existen situaciones donde ciertas cosas no deben ser comunicadas, pero esas excepciones deben ser mínimas. Es fundamental que siempre estemos abiertos a aprender cómo comunicar cualquier verdad de manera empática y respetuosa. La clave es ser transparentes, sin dejar de considerar las emociones y perspectivas del otro. La comunicación abierta y cuidadosa no solo facilita la resolución de problemas, sino que también fortalece las relaciones y fomenta un ambiente de confianza y colaboración.
EXPOSICIÓN Y COSTO DE COMUNICAR
Comunicar implica exponerse y aceptar el costo de esa exposición, pero también recibir los beneficios que trae el poder de estar expuesto. Hablar abiertamente nos coloca en una posición vulnerable, ya que nuestras palabras pueden ser malinterpretadas o generar desacuerdos. Sin embargo, esta vulnerabilidad también otorga la oportunidad de ser escuchado, de influir en los demás y de construir una relación más directa y auténtica, creando un impacto significativo a través de la comunicación abierta.
COMUNICACIÓN ESCRITA VS. HABLADA
La comunicación encuentra su máxima expresión en la palabra hablada, no en la escrita. Hablar implica un nivel de exposición que otorga frescura, naturalidad y autenticidad, características propias de la verdad. Aunque la palabra escrita refleja el pensamiento, carece de la vitalidad y el impacto inmediato que aporta el discurso directo. A menudo, nos refugiamos en correos electrónicos o mensajes de texto para evitar la responsabilidad que implica expresar algo de manera directa y verbal, perdiendo la conexión real.
REFLEJOS DE NUESTRA COMUNICACIÓN PERSONAL
Nuestra forma de comunicarnos no siempre refleja quiénes somos en realidad. La complejidad de nuestra historia personal, genética y carácter puede distorsionar nuestra comunicación, dificultando la transmisión clara de nuestras emociones e intenciones. Los filtros personales o los estilos de comunicación pueden influir en cómo se percibe nuestro mensaje, haciendo que no siempre se comunique con precisión lo que pensamos o sentimos. Entender estos factores es clave para mejorar la claridad y efectividad en nuestra expresión.
SÍNDROME DE SHREK: DESCONEXIÓN DE INTENCIONES
El “síndrome de Shrek”, basado en el famoso ogro verde de las películas, ilustra un fenómeno donde una persona bondadosa provoca temor en los demás. Esta desconexión entre nuestras intenciones y la percepción de los otros puede ser frustrante y desconcertante. Para mejorar la comunicación, es necesario reconocer cómo somos percibidos. Este autoconocimiento se puede lograr consultando tanto a personas cercanas como a aquellas menos familiares, lo que nos permite ajustar nuestra comunicación y ser más auténticos y comprensibles.
COMUNICACIÓN BIDIRECCIONAL Y FILTROS PERSONALES
La comunicación es bidireccional, lo que significa que debemos ser conscientes de los filtros y estilos de interpretación de los demás. No debemos quedarnos con la primera impresión o reacción, ya que puede estar distorsionada. Superar la brecha entre nuestra realidad interna y cómo nos perciben los demás requiere paciencia, dedicación y esfuerzo profesional. Esto nos ayudará a cultivar relaciones más genuinas y profundas, basadas en la transparencia y autenticidad, elementos fundamentales para mejorar la efectividad comunicativa.
APRENDER A COMUNICAR SIN MIEDO
En pocas ocasiones es mejor callar que expresarse. Aunque exista la tentación de guardar silencio para evitar daño, es fundamental aprender a comunicar sin herir. La comunicación no debe verse como algo dañino; se perfecciona con la práctica. Quien sabe comunicar puede expresar cualquier cosa de manera adecuada. Si hay dudas, es preferible comunicar primero y luego ajustar si se hirió alguna susceptibilidad. Es más efectivo pedir perdón que permiso, y comunicar es un proceso de aprendizaje continuo.
HACER FÁCIL LO DIFÍCIL: EFECTO LOUSTEAU
La capacidad de transmitir conceptos complejos de manera simple y clara es esencial. A este fenómeno lo llamo el “efecto Martín Lousteau”, inspirado en su estilo de comunicación, donde presenta ideas como si estuviera hablando a niños de jardín de infantes. Este enfoque otorga naturalidad al discurso, haciéndolo más accesible y verídico. Simplificar lo difícil elimina lo confuso y refuerza el mensaje, haciéndolo comprensible para todos, lo que fortalece la conexión con el público.
EL PODER DE LAS HISTORIAS
La capacidad de contar historias es fundamental en la comunicación. A través de ellas, se otorgan emoción y vivencias a cualquier concepto, lo que permite que los oyentes o lectores se conecten de manera más profunda con lo que se transmite. Es una forma de hacer que las ideas cobren vida, transformando la teoría en experiencia tangible. Las historias hacen que las ideas sean recordadas y vividas, generando un vínculo emocional que facilita la comprensión.
LA ESCUCHA EMOCIONAL A TRAVÉS DE HISTORIAS
La escucha se abre en una experiencia emocional reconfortante, ya que las historias predisponen, avalan y conectan por lo emocional. Estas bajan las defensas, permitiendo que la idea se transmita de manera indirecta, haciendo que el concepto sea digerido con tranquilidad. La Biblia, por ejemplo, se transmite a través de historias que ayudan a comprender un mensaje en función de las experiencias vividas por los protagonistas. Las emociones generadas por las historias hacen que los conceptos se recuerden.
CONEXIÓN EMOCIONAL EN LAS HISTORIAS
En las historias, las neuronas se sincronizan entre el narrador y la audiencia. Aunque podamos diferir en ideas, no lo hacemos con una historia, ya que estas son percibidas como hechos. Las emociones, que son lo que compartimos, emergen de las historias. Al narrar una situación, vemos el problema o la idea y sus consecuencias, lo que genera reflexión. Esta experiencia hace que percibamos la realidad de forma integrada, coherente y alineada con lo vivido. Las historias nos hacen sentir comprendidos.
HISTORIAS QUE GENERAN CONEXIÓN Y SOLUCIÓN
Las historias tienen un poder único para conectar, porque lo real y vulnerable hacen el relato empático. Todos nos sentimos comprendidos, como si nos sucediera lo mismo. La solución, al igual que la historia, se construye en conjunto con la audiencia, creando una experiencia compartida. La felicidad, por ejemplo, es una historia, no un concepto abstracto. Contar una historia es celebrar la vida, otorgándole significado y haciéndola significativa para quienes la escuchan.
EXCUSAS COMO HERRAMIENTA JUSTIFICADORA
La comunicación puede ser una herramienta poderosa para la gestión o convertirse en una habilidad estéril, utilizada para justificar por qué las cosas no suceden. A menudo se emplea para crear excusas que permiten desentenderse de la propia responsabilidad. La excusa es un motivo disfrazado de actitud defensiva, donde quien la utiliza siente culpa. Este tipo de discurso carece de claridad y empatía. En lugar de culpar, es mejor explorar los motivos detrás de la excusa para activar soluciones.
LA IMPORTANCIA DE EXPRESARSE
Expresar lo que llevamos dentro no solo genera bienestar, sino también admiración. Esta libertad de comunicar lo que se desea, de la manera que se quiere y en el momento adecuado, genera respeto. Las personas que se expresan abiertamente muestran seguridad en sí mismas y son vistas con admiración. La expresión es la vía para lograr autenticidad en la comunicación, y cuando somos capaces de hacerlo de forma genuina, cultivamos una conexión real con los demás.
AYUDAR AL OTRO A EXPRESARSE
Nos ahogamos de miedo cuando no logramos poner en palabras lo que sentimos, y cada vez que nos callamos, se vuelve más difícil expresar nuestros pensamientos. Ayudar a otro a liberar lo que no puede decir es crucial para desbloquear esa emoción. Parafrasear lo que imaginas que siente y permitirle corregir, hasta que logre expresarse por sí mismo, facilita este proceso. Esto permite que la persona fluya en su expresión y se libere de sus barreras internas.
CREAR ESPACIOS ABIERTO PARA OPINIONES
Invitar al otro a expresarse sin forzarlo es clave para crear un espacio donde se sienta cómodo compartiendo su opinión. A veces, no escuchamos porque tememos que eso nos comprometa. Creemos que si conocemos lo que el otro quiere, estamos obligados a cumplir sus deseos o a rechazarlo. Sin embargo, escuchar no implica cumplir con sus peticiones, sino ofrecer un espacio donde pueda expresar sus pensamientos sin temor a ser juzgado.
INCOMODIDAD PARA EXPRESARSE
La incomodidad para expresarse suele ser compartida, ya que cuando el diálogo no fluye, afecta a todos los involucrados. Esto señala que aún no se ha generado un ambiente adecuado donde las personas puedan compartir sus opiniones, puntos de vista y sentimientos sin temor a ser juzgados o criticados. La falta de fluidez en la comunicación es un indicativo de que las condiciones necesarias para una conversación abierta y segura no están presentes.
LOGRAR EXPRESARSE ES UN LOGRO
Hacer lo necesario para poder expresarse es esencial para el bienestar emocional. Superar la parálisis, la culpa, la bronca o cualquier otro obstáculo que impida la comunicación es un logro invaluable. El acto de expresar lo que sentimos, pensamos o deseamos es liberador, y permite que nos conectemos mejor con nosotros mismos y con los demás. Esta capacidad de expresarnos mejora nuestra relación con el entorno y fomenta un sentido de autenticidad y conexión.
EXPRESARNOS NOS PONE EN EVIDENCIA
La expresión “lo que Juan dice de Pedro habla más de Juan que de Pedro” resalta que, cuando nos expresamos, revelamos mucho más de nosotros mismos que de los demás. Cada crítica, queja o reclamo refleja las limitaciones de quien lo formula, más que señalar o acusar a otro. Al hablar, no solo estamos describiendo a otros o situaciones, sino también exponiendo nuestras propias percepciones, emociones y creencias.
VALIDAR EL PENSAMIENTO SIN FILTROS
El pensamiento se valida y purifica al ser compartido sin demasiados filtros. Aunque esto puede tener un costo, permite que se vea la congruencia entre lo que se piensa y lo que se dice, motivando y generando entusiasmo. Filtrar las ideas puede cuestionar la confianza y la claridad mental, ya que nos obliga a pensar que estamos equivocados. Ante la duda, es mejor hablar y aprender a pensar bien que quedarse callado sin saber si estamos en lo cierto.
SIN FILTROS NOS HACEMOS RESPONSABLES
Cuando nos expresamos sin filtros, nos volvemos responsables de nuestros pensamientos, lo que lleva a una mente más lúcida y valiente. Comunicar sin filtro obliga a ser congruentes entre lo que pensamos, decimos y hacemos. Filtrar constantemente las ideas nos impide entender el verdadero sentido de las cosas y vivir sin contradicciones. Aprender a ser espontáneos y naturales es clave para mejorar la comunicación, ya que el filtro nunca permitirá aprender a comunicar correctamente.
EL FILTRO POR EXCELENCIA: EL MIEDO
Expresar lo que pensamos con total libertad, sin filtros, es liberador y motivador. Sin embargo, el miedo, la timidez y la vergüenza suelen filtrar nuestras palabras. Estos sentimientos deben trabajarse para que nuestra verdad fluya con naturalidad. El miedo a dañar al otro al expresar nuestros pensamientos puede frenarnos, pero es mejor hablar y, si existe alguna incoherencia, aprender de la realidad para corregirla. A menudo, lo que tememos decir no es tan dañino como pensamos.
LIBERTAD RESPONSABLE: COMUNICAR SIN FILTRO
Ser transparente no significa decir todo lo que se nos viene a la mente sin pensar en las consecuencias. La libertad de expresión debe estar balanceada con responsabilidad y respeto. Decir todo sin filtro no es madurez, sino inmadurez o descortesía. La catarsis desubicada, los comentarios agresivos o las indirectas ridiculizan a los demás, lo cual no refleja sinceridad sino una falta de consideración. Es importante ser reflexivos antes de comunicarnos, cuidando las palabras y el impacto que tienen.
PENSÁS BIEN SI LO PODÉS COMUNICAR
Si podemos comunicar lo que pensamos sin necesidad de filtrar información, es una señal de que estamos pensando de manera lógica y clara. La habilidad de compartir nuestros pensamientos abiertamente, sin ocultar nada, es una garantía de que nuestra forma de pensar es coherente. Si no podemos hacerlo, es probable que haya algo que no estamos comprendiendo correctamente. La comunicación abierta es clave para validar nuestras ideas y asegurar que están alineadas con la realidad y el entendimiento de los demás.
COMUNICACIÓN SEGÚN DISTINTOS PERFILES
Los trabajadores del ámbito de sistemas suelen ser personas racionales, abstractas e individualistas, que a menudo prefieren trabajar en su propio mundo. Tienden a evitar la comunicación y se sienten más cómodos cuando se enfocan en su trabajo técnico, valorando sobre todo el conocimiento. Esta actitud puede llevar a la creación de barreras en la interacción, lo que resulta en problemas de comunicación. El desafío es enseñarles a reconocer el valor de la comunicación y ayudarlos a desarrollar habilidades para interactuar de manera efectiva.
COMUNICADOR CON CLASE Y ELEGANCIA
Un comunicador pulido tiene la capacidad de ser pausado, claro y ordenado, lo cual le permite mantener un control adecuado sobre la conversación. Utiliza silencios de manera estratégica y otorga espacio para que el otro también pueda expresar su punto de vista. Una voz grave y calmada no solo mejora la percepción de la comunicación, sino que también incrementa la autoridad y credibilidad del mensaje, permitiendo que el oyente confíe más en lo que se está diciendo.
IMÁGENES MENTALES GENERAN IMPACTO
Para lograr un impacto real en la comunicación, es crucial utilizar imágenes en lugar de palabras abstractas. Quien consigue que el oyente visualice lo que está diciendo, logra establecer una conexión más sólida. Las imágenes mentales son más efectivas para transmitir un mensaje de manera clara y comprensible. Al facilitar una representación mental, el mensaje se vuelve más tangible y se mejora la comprensión y el recuerdo, haciendo la comunicación mucho más efectiva.
HISTORIAS CONCRETAS CREAN MAYOR COMPROMISO
Las historias concretas, aquellas que siguen una cronología clara y generalmente no son personales, tienen un mayor poder de involucrar emocionalmente al oyente. Al avanzar paso a paso, las historias logran generar un compromiso más fuerte con el mensaje que se transmite. Este tipo de narrativas, al ser fáciles de seguir, capturan la atención del público y facilitan una conexión profunda, haciendo que los oyentes se sientan parte de la historia y, por ende, más comprometidos con el contenido.
INICIATIVA Y ENTUSIASMO A TRAVÉS DE LA COMUNICACIÓN
Fomentar la iniciativa y el entusiasmo en una conversación implica más que solo cumplir con lo establecido; se trata de proponer ideas de manera efectiva. Este proceso requiere la comprensión de escenarios de comunicación complejos, donde se combinan intereses, expectativas y limitaciones. Es esencial entender las perspectivas de todos los involucrados para crear un espacio seguro en el que cada uno pueda expresarse plenamente, lo que facilitará la integración de ideas y fortalecerá el compromiso colectivo.
DECIR LO QUE LOS DEMÁS QUIEREN ESCUCHAR
Aprendí a comunicarme de una forma que me permite decir lo que los demás quieren escuchar. Este enfoque en la comunicación se basa en la capacidad de adaptar el mensaje a las expectativas y deseos de los oyentes. Al hacer esto, se logra captar su atención y establecer una conexión efectiva. Sin embargo, es importante equilibrar esta estrategia con la autenticidad para evitar caer en la manipulación y asegurarse de que el mensaje sea genuino.
BARRERAS EN LA COMUNICACIÓN
La mayor barrera para la comunicación es la suposición de que la otra persona no te va a escuchar o de que te juzgará, criticará o descalificará. Este temor genera una barrera interna que impide una comunicación efectiva. Al esperar reacciones negativas, se crea una atmósfera de desconfianza que bloquea el intercambio genuino de ideas. Superar estas barreras emocionales es crucial para una comunicación abierta y sincera que favorezca la comprensión mutua y la colaboración.
DAR TIEMPO AL OTRO FACILITA ACEPTACIÓN
Dar tiempo al otro para procesar lo que dices garantiza que pueda hacer propio tu mensaje si así lo desea. Este respeto por el tiempo y el espacio del interlocutor facilita la aceptación de la información. Si impones tu ritmo, es probable que tu mensaje sea rechazado o no se reciba de la manera esperada. La paciencia en la comunicación permite que el mensaje sea interiorizado de forma más efectiva y que las personas se sientan escuchadas.
LO NO DICHO DETERIORA RELACIONES
Aquello que no se dice, lo que se evita hablar, va pudriéndose internamente y destruye lentamente cualquier relación. La falta de comunicación crea espacios vacíos donde surgen malentendidos, frustraciones y resentimientos. Es esencial practicar la comunicación abierta y honesta para mantener relaciones saludables y construir vínculos de confianza. Evitar lo que se tiene que decir puede generar conflictos que, con el tiempo, se vuelven más difíciles de resolver, afectando la calidad de las relaciones interpersonales.
INTELIGENCIA VERSUS EMPATÍA EN LA COMUNICACIÓN
Las personas muy inteligentes suelen enfrentar dificultades en la comunicación, debido a la falta de empatía o malos modos. Su enfoque está más centrado en analizar y predecir el funcionamiento de las cosas que en conectar emocionalmente con los demás. Por otro lado, aquellos que son más simpáticos y emocionalmente inteligentes pueden carecer de la misma capacidad racional, pero se destacan por su habilidad para conectar con las emociones en el presente. Ambos aspectos son importantes y deben combinarse.