Si no podés entender el juego del poder y hacer las lecturas desde el poder vas a terminar haciendo lecturas pseudo morales que terminan dando pánico.
La pregunta es: ¿necesita o no me necesita, tengo o no tengo poder?
Si por creer que lograste instalar sentimientos el otro te necesita estás en problemas. O el sentimiento de protección que está atrás de la moral incondicional.
Una cosa es que uses la moral como herramienta de poder… y otra es que te creas ese poder.
A veces se llama confianza a la suicida actitud de darle al otro todo el poder y el control, para que te proteja pero que termina en sometimiento. Si no entendés el juego del poder, todo es dar para conseguir migajas de gratitud que no llega.
El poder está en la alternativa. El poder está en no te necesito. Por lo general no te necesito porque tengo alternativas.
El poder está en lo comercial.
El problema de lo moral en lo comercial, es que lo comercial depende de hacer vínculos, y nadie quiere vincularse con alguien que te juzga; y cuando ves a alguien muy moral… te sentís juzgado todo el tiempo.
La moral suele ser comodidad. El negocio, esta en la pereza del otro…. pereza de hacer, de vender, de pensar
Arma el negocio como vos querés, que nos convenga a todos pero vos te tenés que sentir muy cómodo en el modelo, así que vos ponéme en el lugar que te parezca mejor, como vos te imagines al negocio.
Hay un poder que da la capacidad de convocatoria. El que convoca tiene un poder que le permite cierta arbitrariedad que no tiene el que convoca. El poder te permite ser arbitrario, injusto. Obviamente el que no tiene poder cuestiona esta idea, porque frene a su falta de poder solo le queda la posibilidad de ser correcto y justo como argumento, no ser arbitrario. No podés apelar a una justicia que contrarreste la arbitrariedad que sale del poder del que si pudo convocar.
Gran parte de las veces las cosas no funcionan porque nos falta poder. Al centrar el sistema de juego en hacer las cosas bien y en que nos quieran, perdemos de vista que la construcción del poder a veces va en contra de esos puntos.
La valoración, el valor y el poder.
La valoración en la sociedad, en el mundo de los negocios, lo da más el valor de la demanda que el de la oferta. Es mas la puja de un mercado o grupo de personas sobre alguien o algo que el valor intrínseco de ese algo. Es verdad que el valor de la oferta vuelve sustentable al valor de la demanda, y que en algún lugar los dos valores se conectan y se relacionan, pero son esencialmente distintos porque viene de lugares diferentes. Entonces la pregunta es, de donde viene mi valor, de lo que ofrezco o de la cantidad de alternativas de demanda que he logrado conseguir. Es un tema cruel e injusto, pero es así, y este tema es que más ingratitud genera, especialmente en aquel que considera que los dos valores tienen que ir de la mano o mejor dicho que por el valor de la oferta se tiene que disparar sin más el valor de la demanda. Cuando más separados veas estos dos aspectos mejor te va a ir y mejor te vas a sentir porque vas a tener más impacto y vas a sentir que aquellos que ofreces se llega a valorar.